El ensayo, el laberinto de la soledad, de Octavio Paz

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El objetivo de El ensayo, el laberinto de la soledad de Octavio Paz, el objetivo principal en esta obra, es hallar una identidad que represente a los mexicanos, que luego de muchas descendencias, el asunto es que se refiere a un pueblo nacido de una violación.

El laberinto de la soledad

El laberinto de la soledad

La obra literaria conocida como El Laberinto de la soledad, es plasmada por el prosista mexicano Octavio Paz, en la que da a conocer su deliberación acerca de la circunstancia de México, sus raíces y valores culturales que giran en torno a su historia.

El libro está escrito a manera de ensayo, la dureza de sus planteamientos lo han transformado de una forma representativa para el resto de América Latina.

Para Octavio Paz, hombre letrado, no deja de preocuparle, la identidad hispanoamericana, por lo ha dedicado un buen tiempo de su vida, a gran ensayo titulado “El Laberinto de la Soledad”, en la que el escritor, se hace la pregunta acerca de la identidad de ser mexicano especialmente. Entre sus interrogantes, suele tener como importante, ¿qué hace diferentes a los mexicanos?

Estructura del libro

La obra de El Laberinto de la soledad, de Octavio Paz, fue publicado por primera vez el año 1950. Se trató de su primera escrita de ensayos; en el año 1959 en su segunda edición se le realizaron ciertas modificaciones.

En su primera edición, la obra estaba compuesta de los siete primeros capítulos, siendo el octavo capítulo el apéndice. A partir de su segunda edición, el complemento “Nuestros días”, fue insertado como octavo capítulo.

el laberinto de la soledad

En la actualidad, todos los capítulos coinciden en un nuevo apéndice titulado “La dialéctica de la soledad”, una dicha de recapitulaciones acerca de las ideas propuestas en toda la narración: A saber los capítulos, son los siguientes:

  • El pachuco y otros extremos
  • Máscaras mexicanas
  • Todos los santos, día de muertos
  • Los hijos de la Malinche
  • Conquista y colonia
  • De la independencia a la revolución
  • La inteligencia mexicana
  • Nuestros días

La dialéctica de la soledad, surgió una gran expectación para Octavio Paz, así como para los lectores mexicanos, debido a que en las próximas ediciones, se le agregaron otras secciones. Tal como ocurrió, que durante el año 1969, Paz le anexo un anexo titulado “Posdata”, que contiene los siguientes partes:

  • Olimpiada y Tlatelolco
  • El desarrollo y otros espejismos
  • Crítica de la pirámide

Más tarde, producto de una entrevista realizada a Paz por Claude Fell, y publicada en la revista Plural en 1975, y titulada “Vuelta a El Laberinto de la Soledad”, también fue añadida.

Sinopsis de El laberinto de la soledad

El escritor Octavio Paz, acerca de la identidad del pueblo y el país de México, especialmente en el siglo XX, justo cuando la nación mexicana desafiaba las decepciones ocurridas en el año 1910. En esta década el mundo igual pasaba por una drástica evolución capitalista, el desarrollo de la ideología socialista y las secuelas de la Segunda Guerra Mundial, que finalizó en el año 1945.

El dramaturgo, se basa en el género literario del ensayo, debido a que su flexibilidad permite pensar acerca de un argumento que no tiene la exigencia de dictaminar cátedra, ni tampoco destapar las leyes universales. El género ensayo, conlleva un sendero sensato, lo que traduce con fluir la propia conciencia.

El prosista está al tanto que la identidad, al igual que un laberinto, es una situación a solventar. Entonces, para México, es el laberinto de la soledad, posición final del ser mexicano.

Vale resaltar, que en los primeros cuatro capítulos de la obra, Octavio Paz, agudiza los sentidos y analiza varios aspectos tales como: movimientos migratorios, los íconos o símbolos, los ritos propios de la cultura, todos dentro de un ángulo de un proceso de transición.

Su teoría primordial, se ocupa acerca de la ideología de que el ser mexicano se basa en la soledad, no como algo existencial, por el contrario es como un supuesto colectivo, como símbolo histórico.

Para detallar a un individuo mexicano, Paz transita el camino al contrario, entonces esto traduce que: su primer esfuerzo es observar la identidad mexicana en el exterior. Luego de esto, Paz, vuelve a colocar sus ojos al corazón de México, lo que le permite analizar las caretas sociales que provienen de la indiferencia como una costumbre colectiva.

Transitan los símbolos de las celebraciones y de venerar la muerte, divisada como una venganza de la vida, y que al fin, deliberar acerca de las apariencias de un patriarcalismo, originado en la degradación y violación figurada de la madre.

En los capítulos desde el 4 al 8, revisarán la historia pausadamente, siendo como un velo que envuelve esta cultura antes descrita: la conquista y la colonia, la independencia y la revolución, la inteligencia mexicana, y los días modernos de Paz, en aquel instante, darán un aspecto complejo a la soledad que atrapa el cuerpo en el inexistente colectivo.

El prosista mexicano, refleja en su obra lo que las inquietudes acerca de la cultura mexicana, su aspecto psicológico y su honradez, intenta descubrir de dónde provienen las causas de la actitud del mexicano, en el aspecto individual así como en lo colectivo, además de la forma de cómo enfrentar y retar al mundo, indagación que termina en el instintivo como génesis y motivo de su comportamiento.

Análisis de El laberinto de la soledad

La obra literaria, plasmada en forma de ensayo, la consistencia de sus ideas lo ha transformado en una narración referencial para toda América Latina.

Por lo tanto, acto seguido, les mostraremos un análisis de cada uno de los capítulos de tan importante y planteamiento del literario Octavio Paz, que nos presenta en “Laberinto de la Soledad”.

Capítulo I – El pachuco y otros extremos

Trasciende de una manera interesante, que Paz, asiente su primer contacto con la identidad mexicana, fuera de los límites del país azteca, propiamente en Los Ángeles.

Durante la época de los años 1950, en esta rimbombante ciudad había un grupo cultural denominado como los pachucos, tratándose de una banda de jóvenes, por lo general eran de origen mexicano, con un fuerte anhelo de manifestar que eran diferentes, en su cultura.

Sin embargo, Paz, consideraba que el pachucho, intentaba de inducir terror en la búsqueda de la auto humillación, siendo su esencia la de no ser.

Entonces, el pachucho, terminando siendo el icono perfecto que acompañará a toda la obra: la soledad mexicana, se origina del sentimiento de haber sido desarraigado, así lo manifiesta Paz. Entonces, la teoría básica se refiere a que la historia de México es la búsqueda de esa reseña, la búsqueda de la asociación, debido a que de su pérdida proviene su soledad innata.

Entonces, es cuando Paz, se hace una interrogación: ¿Qué hace distinto a los mexicanos?, ¿Qué los hace diferentes de los estadounidenses?.

Su limítrofe vecino del norte, le implicaba a Octavio Paz, satisfecho en el futuro, perseveraba para que sus ideales para conseguir la mejoría del sistema, más no de la invención; iniciaba de una tranquilidad que era opuesta a la realidad, atraído por las historias policíacas, de hadas, y le agradaba entender y recrearse en el humor. Por lo menos, hasta la Segunda Guerra Mundial, eran confiados.

Según mantiene Paz, los mexicanos admiran el pánico en su cultura, veneran y rinden culto a la muerte, además son creyentes, pero no crédulos; no son optimistas, sin embargo creen en los mitos y fábulas; maravillan y viven de la angustia como identidad.

Capítulo II – Máscaras Mexicanas

Octavio Paz, en este capítulo, cavila sobre el comportamiento de autoprotección, conformismo y sarcasmo mexicano, que accionan como máscaras que esconden la verdad. Por lo que señala, que el mexicano es cerrado. En la cultura mexicana abrirse, enseñarse, es observado como apatía y traición. Paz, mantiene que esto es probable en expresiones del lenguaje tales como: “no te rajes”, una típico dicho mexicano.

El vocablo “rajarse” para esta cultura, quiere decir abrirse, es revelar lo que se tiene por dentro, es dejar que te invadan tu intimidad, la ofensa y la violación. Entonces, por tal razón, Paz asociado el carácter cerrado del mexicano con el machismo, debido a que luego de todo, la mujer, es símbolo de la raja que jamás se cierra. La mujer significa lo abierto por naturaleza. El abrirse es estar expuesto, “venderse”, según lo manifiesta Paz.

El recato, entonces es un antifaz que resguarda la intimidad. Si el hombre se aguanta la reserva de la mujer, se aguarda la mesura. El cuerpo señala el ser. El vínculo con el homosexualismo y el machismo en México, mostrará además: practicarlo no es más que: “rajarse”, “abrirse”, sin embargo, suele ser válido ser el que “raja” al otro, que lo “abre”

Entonces, todo resulta ser una máscara: el fingimiento, la hipocresía, la simulación del otro, el menosprecio, y el silencio. Son elementos de defensa, no ofensivos. Es la pendencia mexicana.

Octavio Paz, en este capítulo igual muestra que lo cerrado vive en México como amor de otra manera. A partir de esto, se observa el apego a los rituales, y la consolidación del arte barroco, en lo literario como en lo plástico, por encima de otros prototipos artísticos.

Capítulo III –  Todos los santos, día de muertos

No es extraño que el mexicano le atraiga las celebraciones públicas. Lo sostienen como medios para purificarse en circunstancias del desconcierto, son momentos especiales donde las personas pueden abrirse “rajarse”.

La celebración da acceso a la expresión, y de acuerdo con la idea de Paz, expresarse quiere decir romper con uno mismo. La celebración acepta que aunque sea por un día se muestre aquello que la cultura diaria no lo permite. Es el lugar que se le da al día de los muertos o de la fiesta del grito.

Octavio Paz, observa como una figura de una venganza en contra la existencia humana, que la cultura mexicana celebra con gran veneración y ritos a la muerte.

Las personificaciones populares de la muerte, son visualizadas por el escritor como iconos de la menudencia de la vida humana.

Capítulo IV – Los Hijos de Malinche

El sistema capitalista y su vínculo con el país azteca, es una de las de las circunstancias que inquietan a Paz. De acuerdo, para el prosista el capitalismo significa el saqueo de lo humano hasta minimizarlo a pura fuerza de trabajo. El capitalismo ocupa en la sociedad y convierte el orden de los de las figuras en utilidad y utilidades.

Paz, argumenta que el campesino, simboliza el misterio y la tradición, el obrero esta difundido en lo general de la clase, no es amo ni de sus propias herramientas, ni tampoco del resultado de labor ni de sus ganancias.

El trabajador obrero, desempeña una función escasa en las actividades de producción. Razón, por la que su labor es despojada. Lo que ocurre con el técnico. Entonces, la sociedad capitalista se hace ineficiente, y pierde su ruta.

En este sentido, el mexicano, permanece en la constante batalla con sus entidades legendarias, que sus bases están en la conquista. Es probable que esta sea la razón de la expresión cultural “!Viva México, hijos de la chingada!”, pero, muchos se preguntarán ¿Quién es la chingada”.

Se pregunta el autor, será que se trata de esas frases utilizadas para estar en contra de las personas es decir: los otros, los extranjeros, los mexicanos malévolos. Pero, resulta que el vocablo chingar, tiene un significado violento, por lo general se refiere a una expresión agresiva.

Para Paz, según lo manifiesta para él, la definición de chingada, traduce: “la madre abierta, violada o burlada a la fuerza”. Se trata de Doña Malinche, amante de Cortés, razón por la que sus descendientes provienen de una violación.  En el caso, que la Malinche “se ha vendido”, ha engañado a su población, el mexicano tiene la característica que no perdona. Ha resquebrajado con su madre, entonces ha perdido la relación.

Para Paz, es una expresión irónica la humillación de la madre, y la afirmación atropellada del padre. Es el grito de la insurrección. Por lo tanto, la insurrección rechaza lo desigual del hombre lleva al hombre a la cima. Mientras que están encerrados, el pueblo azteca vive en el aislamiento.

Capítulo V – Conquista y Colonia

En los tiempos de la conquista y la colonia, los mexicanos se basan que los dioses los han desamparado, quedando solitarios. España, durante esa época, no es aquella España, cuadrada en lo medieval, al contrario está abierta la gama de la influencia del renacimiento. Razón por la que España, dedica y adapta, sin embargo, no inventa, según lo manifiesta Octavio Paz.

La Iglesia católica, igualmente con demanda universal, les brinda a los indígenas una familia, un resguardo, así como también un rol, sin importar que sea el último escalafón dentro de la sociedad. A partir de este momento, la iglesia católica y su doma ha realizado un papel de reunir personas

Observando que España no es inventa, al contrario emplea y adapta, el arte nuevo de España no procurará por la originalidad. Sin embargo, intenta la integridad.

Se tiene que Sor Juana Inés de la Cruz, es un modelo típico de ello. Sin embargo, siendo hija del precepto colonial obligado en México, le toca experimenta el doble desierto: la soledad de la mujer y de la intelectualidad.  Entonces, se percibe en la cultura envuelta en la máscara, el fingimiento y el menosprecio, sor Juana termina sumergida en el silencio, y obedecer el papel que le han obligado.

Capítulo VI – De la independencia a la revolución

El descenso del precepto colonial, ocasionó una figura de América Latina como un futuro por ejecutar, más no como una cultura a proseguir.

De acuerdo a lo observado por el literario, los dirigentes de la independencia prefieren las tendencias como una máscara, debido a que, no exponen un nuevo precepto, sino la permanencia del precepto anterior a cargo de los herederos. Por tal motivo, Paz, manifiesta la libertad azteca, será como una contienda de clases y no una batalla con la capital, se tratará de una transformación campesino en desarrollo.

El desconcierto que producido en México en aquella época, acepta que Estados Unidos, se beneficie de la situación para adueñarse de la mitad del territorio azteca, lo que afecta de muerte al sistema caudillista, estropeando la honradez mexicana. Quedando como una raja, es la tierra vulnerada, tierra irrumpida, finalmente rajada.

El sistema porfirismo, que proviene de la doctrina ideológica de Porfirio Díaz, consecuente será el heredero del feudalismo colonial. Siendo el mandado de un pequeño grupo de personas. De esta manera se muestra, cuando la historia de México, el disimulo, escasamente útil para fragmentar el pasado, sin embargo, no tiene la capacidad de formar un precepto auténtico.

La revolución mexicana, es la primera y real manifestación del ser mexicano, según lo mantiene Octavio Paz, que naciendo sin esquema, su proceso fue verdaderamente bien fundamentado, y anterior a los levantamientos sociales del siglo, iniciando por la rusa.

Pero, encontró sus linderos cuando llegó el gobierno. Por lo que atrapada en su situación armónica sin esquema ideológico, terminar por adoptar un bosquejo liberal, comparar un discurso socialista y padecer las secuelas del imperialismo.

Es importante, resaltar que lo que se origina por primera vez, desde la realidad se convierte, otra vez, en una máscara, una ocultación, en el disimulo y el fingimiento. El levantamiento, desea retornar a sus principios, y esa voluntad de retornar es a causa de la soledad.

Capítulo VII – La inteligencia mexicana

En este capítulo, Octavio Paz, lo emprende con el surgimiento y la evolución de una nueva generación de doctos que en algún momento estuvo al lado del proceso revolucionario, o que vivió la transformación, no antes sin argumentaciones.

Nacieron todo tipo de artistas y eruditos al frente y servicio de la revolución, quienes se formaron en áreas impropias para desarrollar un rol en la administración del Estado. Muchos, al comprobarse con el gobierno, perdieron la esencia verdadera del oficio.

Octavio Paz, elogia la política educativa aplicada por José Vasconcelos, secretario de la educación, quien estuvo a cargo de impulsar significativas modificaciones, y otorgó espacios precisos para el desarrollo de las áreas de motivación popular y nacional, como viene a ser el muralismo azteca.

Literario de la raza cósmica, Vasconcelos vislumbra a México y América Latina como un individuo que promete el futuro para el mundo. Pero, manifiesta Paz, que la exigencia de una educación estilo socialista, progresista y anti credo, se objetaba con el esquema liberal planteado por el gobierno.

Octavio Paz, resalta la importancia del aporte de significativos doctos de México, quienes sellaron la diferencia y mostraron, por lo que se componen en referencias básicas, como  como José Gaos y Alfonso Reyes, entre otros.

Capítulo VIII – Nuestros días

Cuando se cavila acerca de los actuales momentos, Octavio Paz, razona que la revolución formó el país, otorgándole forma y nombre, así como le entregó entidad, sin embargo, no tuvo la capacidad de formar un precepto esencial, en donde se hallarán respuestas que los mexicanos, han pretendido obtener durante toda su historia, exclusivamente desde el instante en que iniciaron a tomar consciencia de lo definido.

Examinar su época histórica, lo conlleva a averiguar en los linderos y alcances de los tipos del precepto político, económico y social que subyugan para ese momento el mundo occidental, y que de cierta forma, obstaculizan el proyecto de la nación: el capitalismo y el socialismo.

Los dos sistemas, bien sea basado en el discurso o en la práctica, se presentan escasos para responder las necesidades mexicanas, lo mismo que la autenticidad de otros países, como las latinoamericanas, las asiáticas y las africanas.

Es probable, que se deje entrever en este laberinto de Octavio Paz, de cierta manera, una mínima esperanza, de perspectiva del ser mexicano, de promesa, de porvenir, en este caso, se exige la invención.

La verificación de la historia, los signos, el lenguaje y los ritos culturales, elaborados por el literario, hasta llegar al punto, es una voluntad por hallar los sentidos que orienten a la liberación del hombre, que finalmente es el objetivo de toda la historia de la humanidad.

Resumen de la biografía de Octavio Paz

Octavio Paz Lozano, nació en Ciudad de México, en el año 1914. Durante su vida, fue poeta, ensayista y diplomático. Sus padres: Josefina Lozano y Octavio Paz Solórzano, quien fuera un aguerrido luchador por la revolución mexicana, que comenzó en el año 1910.

Su abuelo, de nombre Ireneo paz, fue un hombre intelectual y escritor. Justo en la biblioteca del abuela, es donde el joven Octavio, consigue el encanto por la lectura, y en exclusivo la poesía.

Cursó sus estudios en la Escuela Nacional Preparatoria de San Ildefonso, y luego estudio en la Facultad de Derecho y Filosofía de la Universidad Autónoma de México.

Sus primeras escrituras, estaban influenciadas por el pensamiento marxista, sin embargo, paulatinamente, se convierten por el dominio de las ideas de los surrealistas, al igual que otros movimientos literarios.

En el año 1944, le otorgan la beca Guggenheim, razón por la que viaja a los Estados Unidos, por un lapso de un año. El siguiente año, comienza su carrera en el Servicio Exterior de México. Mientras que, paulatinamente, va adquiriendo reputación como literario, hasta transformarse en uno de los más importantes autores más leídos del mundo hispano.

Le fue otorgado el galardón Cervantes en el año 1981, así como el premio Nobel en el año 1990. Fallece en el año 1998 en Coyoacán, ciudad de México, México.

Sus obras literarias

Entre sus auténticas y fantásticas obras literarias de este famoso escritor quien lleva por nombre Octavio Paz, se pueden mencionar las siguientes:

Año 1933

Luna silvestre

Año 1936

¡No pasarán!

Año 1937

Bajo tu clara sombra y otros poemas sobre España

Año 1949

Libertad bajo palabra

Año 1954

Semillas para un himno

Año 1999

Figuras y figuraciones

Ensayo

Año 1950

El laberinto de la soledad

Año 1956

El arco y la lira

Año 1957

Las peras del olmo

Año 1965

Los signos en rotación y otros ensayos

Año 1966

Remedios Varo

Año 1973

El signo y el garabato

Año 1982

Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe

Año 1989

Poesía, mito, revolución

Año 1990

La otra voz. Poesía y fin de siglo

Año 1993

La llama doble: amor y erotismo

Para deleitarse con la lectura de otras interesantes obras, puede acceder a los siguientes enlaces:

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