El Cuento de Funes El Memorioso, de Jorge Borges

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Extraordinaria obra literaria, escrita por Jorge Luis Borges, que cuenta la historia de un hombre que sufre un accidente y posterior a ello, desarrolla habilidades extraordinarias de memoria y recuerdos, con la consecuencia de nunca más logró dormir. Conoce en este artículo, de manera sencilla y detallada todo sobre el libro Funes El Memorioso.

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Funes El Memorioso

Es una historia de ensueño del escritor argentino Jorge Luis Borges (1899-1986). Emergió en ficciones, una antología de cuentos y relatos del creador, divulgado en el año 1994. Conforme a Borges, está obra literaria es una amplia alegoría del insomnio.

Es el relato de Ireneo Funes, que luego de caerse de su caballo tiene una lesión en la cabeza, llamado hipermnesia, padecimiento endo el síndrome del sabio o el síndrome del sapiente, es así como obtuvo el alucinante talento de recordar todo.

Si consideramos el sueño como un depurador de los recuerdos en nuestra mente de los más insignificantes a hasta los más impresionantes que nos pudo haber sucedido, al dejar de dormir no eliminamos esos recuerdos, por lo que no tenemos la capacidad de olvidar las cosas que no podríamos vivir si las recordaramos diariamente.

Algunos críticos han visualizado en esta narración, una relación con los pedidos del filósofo Jhon Jacke y de forma menos directa, con la obra de Friedrich Nietzsche además de filósofo, es filólogo, poeta y músico. Para muchos en esta historia existe un latente reconocimiento y homenaje a su maestro y amigo escritor Alfonso Reyes Ochoa.

Triviales

El autor de Funes El Memorioso, Jorge Luis Borges, profundiza en una secuencia de temáticas consideradas por este como las importantes, como lo son el pensamiento de enajenación y las generalidades.

Inteligencia

Se puede relacionar a Funes con un genio, el cual ha conquistado una retentiva maravillosa, sin obligación explícita de estudio o práctica. Esto da pauta para debatir cuánta capacidad tiene verdaderamente el cerebro humano. Se ha garantizado la presencia de habilidades particulares para recordar experiencias autobiográficas diariamente.

Derroche

El fallecimiento temprano de Funes El Memorioso, hace hincapié sobre la existencia del fenómeno desperdiciado de un individuo ignorante con destrezas increíbles, que vive y muere en la oscuridad. El milagro desatendido es un punto relevante en la obra de Jorge Luis Borges Funes El Memorioso.

Procedimiento de Numeración

Funes manifiesta haber inventado un sistema numérico que concede de manera arbitraria hasta veinticuatro mil nombres diferentes a cada uno de los números. El narrador argumenta de notación posicional es mucho mejor.

Lenguaje Fingido

El narrador cita el principio de Locke que niega un idioma fingido o artificial, en el que cada asunto individual , cada piedra, ave y rama puede contener un nombre propio.

Ahora Funes El Memorioso, el cualquier momento proyecta buen idioma así, pero lo desprecia porque le parece demasiado popular y oscuro. No hace relevancia en el tiempo narrativo, lo cual, para él, se debe realizar porque las utilidades físicas verían constantemente de manera sutil. Funes El Memorioso insiste en que para referirse inequívocamente a las entidades, primero se debe determinar el momento.

Generalización

Debido a que Funes El Memorioso podrá diferenciar casa asunto físico en cada momento observado, claramente repudia la capacidad de generalización para crearse sus propios impresiones. El narrador arguye que esto reprime el pensamiento abstracto , debido a que las maneras de razonamiento por inducción y deducción solicitan está capacidad.

Como relata: «pensar es olvidar diferencias, es generalizar, abstraer. En el abarrotado universo de Funes El Memorioso no había sino detalles, casi inmediatos».

El Desvelo

Funes El Memorioso está desalentado en un cuarto oscuro, recordando situaciones de su pasado, lo que se podrá interpretar como una versión generalizada del desvelo o insomnio. Científicamente se imagina que oses el cerebro la situación de dormir, es fijar en la memoria una porción reducida de lo que realizamos durante el día, podando los recuerdos superfluos.

Eso hace de la narración una fascinantes exhibición actual de este sufrimiento humano. Debido que para Funes El Memorioso tener pensamiento de recuerdo era un tortura, la oscuridad elude la añadidura de más material a la memoria, es por esto que Funes tiene la conversación con el narrador de la obra en una habitación a oscuras. .

El mismo Jorge Luis Borges asegura que la historia es una alegoría de lo mismo en su prólogo de Artífices.

Intro

Funes El Memorioso publicado en el año 1942, no es exactamente un alegoría de insomnio, tal como el mismo Jorge Luis Borges asegura en el preludio a Artificios (1944). Pero en realidad no solo es eso, es mucho más, podríamos asegurar que esa explicación es a su vez es otros metáfora, porque a pesar de que la narración hable de insomnio, esto es tan solo una aproximación superficial a la historia de Ireneo Funes.

Es metáfora del insomnio es solo la capa externa de lo que significa este texto, es simplemente un hilo conductor que nos lleva hacia una invención literaria, cuya dificultad no yace el dialecto, mucho menos en la trama, sino en la capacidad interpretativa que se le pueda dar después de leer varias veces este magnífico libro.

Por lo tanto, si nos adentramos en capas sucesivas, más difíciles, descubriremos ejes argumentales y semánticos más penetrantes, en dónde los de religión y filosofía van de la mano. ¿Cuáles son?

A pesar de que la respuesta no es el punto central de análisis de esta obra, se puede anteceder, que Funes El Memorioso, es una reflexión metafísica sobre la cualidad humana; más precisamente sobre la disposición del hombre frente al universo, dios y el mundo, el dolor ante la confesión de un mundo que se encapricha en lo infinito y caótico.

Intelectualmente inabarcable, hasta para un ser humano con las maravillosas condiciones de Funes El Memorioso, quien de una sola ojeada era capaz de sentir todos aquellos vástagos, racimos y frutos que comprende una Parra  y la inexorabilidad del dolor que una pelea que todo hombre libra con ese monstruo (el mundo, infinito, caótico) y su mejor asociado el tiempo, su eternidad, con la memoria como la única arma capaz de derrotarlo.

Pero en este cuento, como sucede en otras obras borgianas, las reflexiones en cuanto, al intento del hombre de administrar el infinito, cobran espléndidamente vida, forma y apariencia humana o podría ser la abstracción de la misma existencia.

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Un modo de cortar la vida, disolviendo en un brillante espejismo de conceptualización, porque, decir borgianas es enseguida despegar de la rutinaria realidad racional  y aceptar a una fantasía, rigurosa y elegante construcción mental. Cabe destacar, entre otros, «La Muerte y la Brújula» (1942).

En este relato, Jorge Luis Borges simplifica lo que decía es gran filosofo Barón Spinoza, proponiendo en un escrito narrativo un dilucidario racional geométrica del infinito y  por ende de Dios.

De esta manera la estancia de estos dos saberes (Filosofía y Religión), recurrente, por otra parte, la narrativa de un Doctus Cum Libro como lo fue Jorge Luis Borges, así como su influencia en el significado del relato, son las dos líneas discursivas que componen el Lait Motiv del presente ensayo.

Metodología

Gadamer entiende el arte como otro manera de conocimiento, brindado este por la destreza de una obra. La obra de arte literaria debe ser comprendida en el propio sentido que hay que comprender un texto. Esa destrezas atrapa el verdadero significado por medio de una metodología de tipo hermenéutica.

La comprensión y la interpretación de un texto es siempre una tarea compleja. Pero lo es aún más si anteponemos a los dos conceptos el nombre de verdadero o correcto.

El propio Gadamer, sugiere como elección a la proposición romántica la convicción extraída de la fenomenología hermenéutica de Heidegger sobre la dificultad de llegar al ser, a la verdad del texto. Lo que, por otra parte, no desemboca en una renuncia a la labor interpretativa y no tan siquiera en su des-acreditación:

Pese a la dificultad humana de comprender una interpretación definitiva del texto, la población mundial deberá continuar esforzándose en entender algo que ya fue, comprendido de forma diversa en otro momento.

No es una falta de la labor hermenéutica el que cada intérprete adapte el sentido del texto a la situación específica desde la que habla.

Debido que para Gadamer el trabajo del intérprete no es sencillamente reproducir lo que dice en realidad el interlocutor al que interpreta, sino hacer velar su opinión de la manera que le parezca necesario, el intérprete deberá perdurar abierto a la reclamación de verdad de los textos.

En esta estructura, sin caer en la categoría de desconfianza que el mismo Jorge Luis Borges ha dejado como una parte más de su legado en literatura, y lejos de utilizar la interpretación a modo de revivir de la intención del creador.

La episteme que circunda el presente ensayo se sostiene en una hermenéutica basada, en la idea que existe una verdad en la literatura que deberá ser rescatada e interpretada.

Por otra parte, tiene clara percepción de que esta verdad literaria, sobre todo en sus escrituras más actuales, se transmite o constituye en un código que el lector no dominaría, como domina el uso repetido del idioma.

Con la intención de sacar la realidad en Funes El Memorioso, pienso más conveniente un sistema interpretativo que tenga como referente texto y contextos, y que coloca como una hermenéutica de la recuperación y una hermenéutica de la sospecha.

La designación de este sistema se legaliza esencialmente cuando el texto en cuestión corresponde a un creador como Jorge Luis Borges.

En primer lugar por la profunda carga de significado que transpiran sus obras si nos atenemos únicamente al texto y segundo lugar, porque esos significados solo atrapan una interpretación holística cuando se tiene en cuenta autores extratextuales, como se verá a continuación.

Conocido como José Luis Najensan cuando asegura que a discrepancia de Satre, Borges no recurrió a la literatura para decir que la filosofía no podía manifestar, casi lo contrario, consideraba a esta última y a la teología como escrituras espléndidas de la literatura fantástica.

La Filosofía y la Teología son en Borges una especie de siervas de la literatura y las inclinaciones de Borges se afirman en valores estéticos, cuando no en la estravagancia, el asombro o la lejanía.

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Es habitual que no se le de reconocimiento a Borges en cuanto a sabiduría o tecnicismo filosófico, cuando la verdad es que disfruta una enorme cultura filosófica, también con contar con extraordinarios medios de creación imaginaria. Podrás donar exagerado y quién sabe si a blasfemia, pero en comparaciones, solo Platón sirve para completar la imagen.

En Platón su tremenda impetuosidad literaria se ponía de manifiesto cada vez que se enfrentaba a la dificultad de meter alguna noción incomprensible acudía entonces al procedimiento del mito:  Esos motos platónicos son el estricto parecido filosófico de los relatos borgianos.

Por otro lado, son diferentes los caminos que en el mundo borgiano llevan a la religión, primordialmente a la judía. Pero, inclusive cuando muestra su fascinación por ciertas concepciones totales del universo y de la vida, como la cabaña judía, su interés en ella es primordialmente literario.

Su conocimiento del judaísmo, se remota a la lectura de la Biblia, que lo plasma desde su primera infancia, determinada ya por el interés de los libros. Borges comprende todos los libros de la biblioteca paterna. Y acorde crece su interés por la lectura además lo hace si encantó hacia la Filosofía y la Teología.

Su abuela paterna, Fanny Haslam Arnet, era una cultora de la Biblia, que le abrió las puertas a la cultura judaica, con la que fue identificándose hasta pensarse habitualmente judío.

A Borges le deslumbra la excelsa literariedad del que considera el libro de los libros, la Biblia:

Lo que embelesa es la impresión de que los cabalistas no escribirán para posibilitar la verdad sino para insinuarla y animan su búsqueda. De ahí la riqueza de mitos y símbolos. Y eso no solamente se da en los cabalistas medievales, sino en la Biblia, en el libro de Job.

Jorge Luis Borges sugiere además una perspectiva para la interpretación de su obra, y cuando menos gran parte de ella, porque igual que él, cree que la literatura es en gran medida la investigación metafórica de los temas filosóficos, aprueba la fórmula del acertijo pronunciado por medio de símbolos que los cabalistas usarán por sus escritos y como ellos hace una Copus Symbolicum, para manifestar las ideas principales, la extrañeza de sus obras.

Porque al contarlo todo no se despierta en el lector el propio grado de atención, no el mismo amo de investigar o interpretar un texto, que cuando el sentido del texto se basa en la insimación, que incita una investigación que descubra las verdades sugeridas.

Este será el impulso para leer el cuento de Funes el Memorioso, teniendo en cuenta que la peor de las presentaciones hermenéutica, sería aquella que la consideraba comprensión última, definitiva y lograda. Parafraseando a Juan Nuño.

Todo aquí escrito ha ido teniendo presente esa sentenciadora admisión de la biblioteca de Babel.

Argumento

La historia relata el encuentro entre un estudiante de Buenos Aires con Ireneo Funes, un joven de proveniente de Uruguay, desde la capital del departamento de Río Negro, específicamente en Fray Bentos, con algunas rarezas, como la de no darse con nadie y saber la hora siempre, como si fuera un reloj.

Después, acostado debido a un accidente que sufrió a los 19 años de edad, perdiendo el estado de conciencia, posterior recobrando el conocimiento, empezó a tener la capacidad de recordar todo asunto y fenómeno, con una retentiva detallada y prodigiosa, no importa que tanto fuera su antigüedad.

Si previo al accidente podía saber la hora sin visualizar el reloj, ahora Funes El Memorioso, había desarrollado sus maravillosas capacidades. «Lo recuerda todo, vida percepción que tiene, es una característica inolvidable y única».

Funes El Memorioso decía, yo tengo gran cantidad de recuerdos, incluso más de los que pudo haber tenido cualquier humano en cualquier parte del mundo desde que este planeta existe, mi memoria es como un contenedor de desechos.

Funes había hecho un sistema completo y absurdo de numeración, en dónde a casa uno de los números les atribuía una cosa, pero que después lo había dejado debido a su característica de ser un trabajo interminable.

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El creador sostiene que, Funes El Memorioso carecía de la capacidad del pensamiento. Cito: «pensar ves olvidar diferencias, es abstraer, es generalizar.   En el abarrotado universo de Funes El Memorioso, no había otra cosa sino detalles y manera inmediata».

Ireneo Funes, falleció en 1889 de una infección respiratoria a la edad de 21 años.

Resumen

El narrador se consigue con Ireneo Funes, un adolescente que reside en Uruguay, específicamente en Fray Bentos, en el año 1984. El primo de Jorge Luis Borges, le hace un pregunta al que en ese momento era un niño y Funes El Memorioso responde al momento, si el apoyo de un reloj y específica el minuto.

El creador de esta historia, es el mismo que escribió el libro El Aleph Funes El Memorioso.

Jorge Luis Borges hace vida en Argentina, Buenos Aires, en el año 1887 vuelve a Fray Bentos, con el propósito de aliviarse y estudiar algo de Latín. Se informa de que Ireneo Funes sufrió un accidente de equitación y ahora se encuentra profundamente lesionado.

Pronto Jorge Luis Borges, recoge una nota de Funes El Memorioso, exigiendo que el invitado le preste varios de sus libros en latín y un diccionario. Éste, desorientado le envía a Funes El Memorioso, lo que el piensa que son las obras más arduas con la finalidad de desanimarlo totalmente.

Días después, Jorge Luis Borges recoge un telegrama desde buenos Aires, indicando que se requiere su regreso debido a la delicada salud de su padre. Mientras está empacando recuerda los libros y va a la casa de Funes El Memorioso.

La madre de Funes El Memorioso lo sigue a un terreno donde el jovencito Funes, pasa sus días en la oscuridad de su habitación. El narrador es dado en bienvenida por el mismo Funes,  que se expresa en latín de una manera impecable, citando sin errores el texto de un párrafo del séptimo libro de historia naturales, escrito por Plinio El Viejo.

Funes El Memorioso cita a Borges los casos de memoria, nombrados en el libro de historia natural y añade que se maravilla de que se les considere fabulosos. Él manifiesta que desde si accidente en el caballo, distingue todo con detalle y lo recuerda todo.

Otro libro de este creador es el titulado El Hacedor de Jorge Luis Borges.

Evoca la manera de las nubes en todos los momentos dados, así como las percepciones relacionadas (musculares, térmicas, entre otros) de cada instante. Funes El Memorioso tiene un instinto de la melena del caballo o la forma de una llama en un tenaz cambio, que es semejante a nuestro instinto (personas naturales) de una manera geométrica sencilla, como un cuadrado o un triángulo.

Para pasar el tiempo, Funes El Memorioso se ha implicado en planes como la memorización de aquellos recuerdos pasados de un día entero (un esfuerzo que le lleva otro día entero) y la construcción de un cifrado de enumeración que le da a cada símbolo numérico una denominación distinta y arbitraria.

Jorge Luis Borges perfectamente le indica que esto es precisamente lo contrario a un sistema de enumeración, pero Funes El Memorioso es incapaz de tal talento. Un joven pobre e inculto en las afueras de una pequeña comunidad, está fatalmente limitado en sus capacidades, pero sus ilógicos propósitos revelan entre otras cosas problemas de lenguaje pero a su ven grandeza.

Funes El Memorioso es considerado un inexperto de la filosofía platónica, de generalidades y abstracción, su universo es uno de los baches entre tantos. Le resulta muy difícil conciliar el sueño, esto debido a que recuerda, cada detalle por más insignificante que sea, de todas las cosas que lo rodean.

Borges pasa toda la noche conversando con Funes El Memorioso en la oscuridad. Cuando la luz del amanecer deja en evidencia el rostro de Funes El Memorioso, un adolescente de tanto 19 años.

Borges lo ve tan grande como el bronce, más viejo que un desierto de Egipto, más antiguo que las profecías y las pirámides.

Para finalizar Borges manifiesta que de una infección o congestión pulmonar, Funes El Memorioso fallece, a tan solo la edad de 21 años.

Análisis

Jorge Luis Borges reconoce una diversidad de cuestiones en el texto, como la necesidad de  divulgación y conceptualista al pensamiento y la ciencia.

Funes el Memorioso se podrá comparar con un sabio autista, ya que ha logrado una capacidad maravillosa, la memoria, sin la obligación de estudio o práctica.

Señala Juan Niño, que Borges es un espíritu encaprichado por algunos temas ligados estrechamente a la metafísica:

El carácter misterioso y tenebroso, irreal del universo, la identificación por medio de la constancia de la memoria, la desaprobación de lo material, la verdadera existencia de las ideas, la alucinación de lo pasajero, la realidad de que sucedan espejismos cosas irreales, es lo que domina y le apasiona, Funes el Memorioso es prueba de ello.

Pero como otros numerosos relatos del escritor argentino, el de Funes el Memorioso además gira, temática y estructuralmente entorno a una dualidad que acaba por solucionarse en unidad.

Temática y orden que reflejan el poder del Libro Job y el génesis individualmente, esto es entendido por Borges inescrutabilidad de Dios y del mundo, y de la conformación mediante un maravilloso juego de símbolos que lo relacionan dialécticamente.

En Funes el Memorioso, abstracción metafísica, es concurrente en toda la narración y se deduce de la teoría entre conceptos filosóficos, especialmente entre dos de ellos, el  Platonismo y el Empirismo ligado al Positivismo, que les da vida individualmente, el narrador y protagonista central, es decir, Ironeo Funes.

La narración empieza, escribiendo de manera significativa. Lo recuerdo (yo tengo derecho a pronunciar ese verso sagrado). Es el narrador el que nos habla, desde un tiempo actual evocando el pasado, el mismo, que hiciera Platón en su Teoría de la anamnesis.

Bendice la actividad de recordar, debido que desde una perspectiva ontológica, al ser inmortal el alma, al haber nacido numerosas veces y el haber visualizado todas las cosas, sea en este universo, sea en el de Hades, podrá recordar lo que ya sabía, por lo tanto, todo discernimiento es sinónimo de recuerdo.

Es por esto, que actuando en resultado de este principio, el conocimiento que desea brindarnos sobre el joven ordinario, es la base misma del relato; se basa en el recuerdo de su encuentro con él hace muchos años.

Para mostrar al otro protagonista de la narración, Ireneo Funes, nos envía a otra actividad que desde la antigua Grecia, es origen de conocimiento: La contemplación, Funes El Memorioso observa una oscura pasionaria que tiene en la mano, pero no lo realiza como uno de nosotros.

Aquí radica una de las claves de texto. Ya desde el comienzo de la narración el protagonista no es presentado por su nombre, sino por su talento extraordinario para sentir (su ultraemperismo) que lo levanta, como en todos los mitos de los grandes hombres de la historia, a la jerarquía del único.

Por eso Borges nos disipa, viéndola como nadie la ha visto. A pesar de que la mirara durante el nacimiento del día hasta el de la noche, toda una vida entera. Está perspectiva se completa con otra capacidad extraordinaria:

Su memoria terminando así su imagen de hombre único, excepcional, más cerca a la naturaleza divina que a la humana.

Por esto, además en el comienzo de la narración, Borges confirma que solo un hombre en la tierra tuvo derecho a decir el escrito sagrado que debe recordar y ese hombre ha fallecido. Si el asunto es que la vida de Funes el Memorioso se convierta en un programa literario, radica justamente en esas capacidades.

Funes el Memorioso sería como una maravillosa máquina de registros sensoriales, apto de enjuiciar permanentemente los tranquilos desarrolla de la corrupción, de la caries, de la fatiga. Observaba los progresos de la muerte, de la humanidad.

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Por si fuera poco el gigantesco registro de perfecciona con una memoria pasmosa que lo pensado una sola vez, ya no podría borrarse, y que cada imagen visual estaba atada a sensaciones musculares, hasta el punto que el menos valioso de sus recuerdos era más minucioso y más vivo que nuestra sensación de un roce físico o de un tormento físico.

Sería considerable razonar que un individuo así, extraordinario en la historia de nuestra especie actuara como tal debido a sus virtudes Cognoscitivas.

El paso de la narración viene a experimentar, no la proeza deslumbrante de ese individuo único en su historia, sino lo contrario, la disminución de esos poderes sobrenaturales a lo peculiar e inclusive al ilógico, convirtiéndose Funes El Memorioso en el perfecto antihéroe borgiano.

Por esto, antes de contar su primer recuerdo, en un atardecer de marzo o febrero, del año ochenta y cuatro adelanta que también Pedro Leandro Ipuche haber escrito que Funes el Memorioso era precedente de los superhéroes, no se debe olvidar que también era un compadrito de Fray Bentos, con ciertas incurables restricciones.

En otro de sus cuentos, «La Biblioteca de Babel», Borges propone la pregunta que carcome a todos los individuos el «afán la ley fundamental de la biblioteca» (alegoría del mundo) que otorgue a este sentido, que demuestre la infinitud o kinitud que la misma descifre el carácter caótico de todos los libros.

El narrador un habitante más de la biblioteca exige porque en determinado lugar de lindo hay un libro total que sea la cifra y el compendio perfecto de todos los demás, tal y como en este cuento vendría a ser Funes el Memorioso, el compendio perfecto de todos los individuos.

En este sentido, podremos leer, en aquel periodo no existían las personas se dedicaban al cine y la fotografía, sin embargo, impresiona que nadie haya realizado una adaptación de Funes el Memorioso, quizás todos sabemos que podemos ser eternos y que todo individuo realizará todas las cosas y sabrá todo.

Posiblemente, Funes el Memorioso podría ser adivino de logos, aquel que viniera a la tierra para terminar con la aflicción existencial del individuo; aquel que alivie el dolor correspondiente a todo ser hermano Dada si incompetencia de entender, menos comprender, aquello que trasciende sin ensayo.

En esta respuesta dónde se soluciona la dialéctica que circunda todo el cuento, el empirismo frente al platonismo continuemos profundizando si es verdad que Funes el Memorioso representaría para nosotros como un organizador humano, una computadora perfecta de recogidas de datos con un disco duro imborrable, y salvando las distancias con respecto  a esta semejanza que la naturaleza epistemológica de su conocimiento nace del ensayo.

Este imagina que Funes el Memorioso solo sabe de la realidad por medio de los registros sensoriales inmediato que le suministran sus hijo hiperagonizado sentidos y que son guardados en un disco duro que, aunque de espacio infinito, es de vida finita: Las restricciones no son pocas y de esta manera Borges opera con su requerimiento contra el empirismo radical.

El empirismo imagina una crítica a los racionalistas bajo la suposición de que la razón tiene carácter ilimitado e inclusive el mismo procedimiento irracional podrá fabricar cualquier clase de conclusión. La razón por si misma no tiene base y funciona a partir de falsos.

Por lo tanto, solo se considera válido los conocimientos adquiridos por medio de la experiencia. Tanto Locke como Hume admite lo subjetivo del entendimiento se basan en impresiones , adquiridas por medio de los sentidos y en las ideas, copias o representaciones de las impresiones.

El convencimiento de seguridad de las Ideas para Hume es sencillo, una idea será auténtica cuando provenga de una impresión. De acuerdo con este criterio podremos tener seguridad, de las ideas vigentes que correspondan a una impresión o aquellas coincidentes con impresiones pasadas. No tenemos seguridad de las ideas próximas, debido a que no tenemos impresiones.

Si tenemos en cuenta estos pedidos, percibimos enseguida que Funes el Memorioso representaría a un empírico radical. Sus conocimientos referente a la realidad se basan únicamente en ideas y representaciones inmediatas, en percepciones asistidas, ó en los recuerdos individuales que ellos tienen.

Pero como nos indica el narrador, Funes el Memorioso de conocer sobre la filosofías platónicas. Es aquí donde comienza la derrota de Funes el Memorioso, el Ultra Empírico. Había asimilado, sin esfuerzo, tanto idiomas desde el inglés hasta el portugués.

Pensar es pluralizar, separar o algo que no estaba a su alcance. Por esto, le costaba entender que el signo genérico contempla tantos significados dispares, le molestaba que el canino de las tres y catorce asumiera el mismo nombre que el perro de las tres y catorce. Funes el Memorioso en definitiva no razona si no se razonó.

Su conocimientos es falso debido a que no toma en cuenta los interrelacionales platónicos y de esta manera, perdura en los exteriores.

Por esto , al modo del mito platónico de la caverna, en el Funes El Memorioso ese simulado conocimiento, se representa por la oscuridad, la sombra, de ahí todos los detalles sobre el sitio donde Funes El Memorioso reside, y tras el accidente, dónde también piensa, ceda categoría semántica a calificados que remiten a la oscuridad, la humedad propia de la carne platónica.

La voz de Funes El Memorioso desde la oscuridad, continuaba hablando , Ireneo podía pasarse horas enteras sin prender ni un cerillo, el narrador cuenta que pudo verle la cara solo hasta el amanecer, por tanta oscuridad y encierro la alcoba tenía leve olor a humedad.

La predisposición a exceder las demarcaciones estrictas de la experimentación ya sido evaluada habitualmente con una obligación connatural al individuo y es distinguida bajo el título de metafísica. Pero Funes El Memorioso es el adverso de cualquier pensamiento profundo, con respecto a sus conocimientos no traspasan los conocimientos escritos finales empíricos.

Por lo tanto, es radical que Funes El Memorioso sea ese creyente del logos, debido a que aficionado al universo material, perecedero, compuesto casi espeluznantemente por un catálogo infinito de detalles inmediatos; porque no tiene en cuenta la presencia de las ideas universales o pautas o modelos platónicos cuya vida permite al conocimiento adelantar más allá de las apariencias sensibles.

Debido que, como objetos del conocimiento racional, las ideas acogen en Platón el nombre de entes ó sustancias y se diferencian claramente de las cosas sensibles, cosa que como matiza el narrador, no sucede en Funes el Memorioso, y porque su herencia es sencillamente absurda:

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Un diccionario y dialecto infinito para la la composición de números naturales y un inservible folleto mental de todas las imágenes del recuerdo.

El empirismo radical de Funes El Memorioso, pierde así la pelea del platonismo que simboliza el narrador, y así Ireneo Funes falleció en 1889, de una infección o congestión a nivel de los pulmones.

Pero si llegado a este punto el lector aún le quedan dudas sobre esa descripción dialéctica platonismo – empirismo, aportar otro elemento significativo para que si rectificación no se sostenga. Y para esto me voy a nadar en lo que he determinado a llamar simbología nominal.

La identidad del narrador no nos llega por medio de su nombre, debido que este se omite en todo el cuento.

El narrador relata la historia que el mismo ha escrito referente a Funes El Memorioso, para cooperar en la idea de que todos aquellos que lo conocieron escribían referente a él. Y de su manera de narrar la historia, como ya de ha visto previamente, se arranca si cosmovisión, de inteligentes raíces platónicas.

Ireneo Funes significa el » otro dialéctico» el adverso del narrador, es decir, el ataque platónico y la aseveración del empirismo. Por un lado Funes el Memorioso, como también se vio anteriormente,esa forma de conocimiento cobra vida por medio de su actividad cognoscitiva hasta el punto que el narrador lo describe como el conocimiento puro.

Es que el cuadrito de Fray Bentos, no solo tenía una inteligencia y memorias infalibles, sino que a eso también se le unía su percepción exacta del tiempo y su memoria de nombres propios.

Pero si Funes el Memorioso simboliza la certificación de la episteme empirista, Ireneo realiza lo mismo como agresión del platonismo porque , como sucede siempre con los cuentos borgianos, ninguna parte se deja al azar. Así mostramos que el nombre de Ireneo Funes nos remite al sentido del más familiar de sus homónimos: San Ireneo.

San Ireneo (Asia menor 130, Lyon 208) fue uno de los importantes padre de la iglesia y si mayor aporte teológico se configuró en cotejo con la Gnosis, corriente filosófica establecidas en el platonismo y que el como otros pertenecientes a la patrística seguirán bruscamente, por considerarla una ofensa contra el cristianismo.

Por otra parte, podemos valorar que a lo extenso del texto solo en dos oportunidades se usa el nombre atestado del personaje. Por un lado está Ireneo, el joven ordinario sudamericano, que también es Ireneo Funes, mentado por varias ridiculeces como la de no dejarse llevar por nadie y la de saber siempre la hora, como un reloj.

Esta es la primera vez que se manifiesta, de manera significativa antes de que padeciera el accidente con un caballo, tras el cual, adopta sus virtudes Cognoscitivas, y en definitiva se convierte en Funes El Memorioso. La segunda vez que se manifiesta es en su muerte: Solo previo a obtener los poderes sobrenaturales y luego de perderlos, es decir, cuando fallece, Ireneo y Funes son la misma persona.

Las razones las conseguimos en el punto más crítico de la narración cuando los dos personajes chocan en el rancho donde estaba viviendo Ireneo. Esa noche después de comer, me traslade al hogar de Funes el Memorioso. Es el instante iniciático, donde el compadrito Fray Bentos, Ireneo, se convierte en Funes el Memorioso.

El narrador es apreciado por la madre de Funes El Memorioso, que para ella su hijo sigue siendo Ireneo, es de ahí donde se repite su nombre dos veces de forma continua, en un intento de acentuar su identidad:

Me dijo que Ireneo se encontraba en la habitación de fondo y que no me extrañaría verla a oscuras; porque Ireneo sabía pasarse las horas muertas sin prender una vela.

Desde ese instante, se le nombra en cuatro oportunidades solo como Ireneo (la cursiva es mía)  escuché de pronto la alta y burlona voz de Ireneo. Si en el menor cambio de voz Ireneo me dijo parece.

Prefiero abreviar con sinceridad las numerosas cosas que me comentó Ireneo;  Ireneo comenzó por contar y transformar en Funes el Memorioso cuando el narrador comienza a describir sus capacidades: Nosotros de un vistazo, aparecimos, tres copas en una mesa, Funes el Memorioso, de vástagos y racismos, y frutos que comprende una parea.

Por otra parte, Borges mantiene que la identidad personal  vive en la memoria y la anulación de esa capacidad comparta la idiotez. En otro relato corto, justamente titulado «La memoria de Shakespeare» Borges vuelve a retirar ese argumento. En este cuento el personaje Hernánn Soergel, recibe toda la memoria del porta y dramaturgo inglés y manifiesta: Ya que la identidad personal se basa en la memoria, temí por mi razón.

Por lo tanto, podemos pensar que, con la maravillosa memoria que tiene Funes el Memorioso, su identidad personal estaría más resguardada, pero una memoria  como la suya acosada por el inacabable bombardeo de observaciones sensoriales, inmediatos, rompe el «Continuum ontológico», hallando entonces inútil considerar la identidad de lo percibido, inclusive se trata de la misma Identidad Personal, porque su propia cara en el espejo, sus propias manos, le sorprenderán cada vez.

Entonces, si una memoria envidiable transporta a una pérdida de identidad; si su maravillosa capacidad de perspectiva le lleva a confundir el Universo con un infinito repertorio de registros; si los beneficios intelectuales que deja como herencia a la humanidad son absurdos,insensatos  e inútiles. ¿Que nos queda de Funes?

La respuesta no deja de ser desoladora. La incomprensión de lo que trasciende la mera costumbre, la situación de angustia que el desconocimiento y la incomprensión de un mundo infinito y caótico produce en el ser humano y en último término el dolor al que este vacío forzosamente conduce.

Ese, es el fin y al cabo, el último sentido que expresa Funes el Memorioso: Sufrimiento, dolor. Lo que nos permite juntar con segundo eje en torno al cual se articula el presente adiestramiento: Teología, Religión y Mito.

El individuo, en un primer instante, se identifica como el objeto (Funes percepción y memoria). Eso desde ese instante cuando Jorge Luis Borges comienza a edificar el mito: Un hombre único, excepcional, entre todos los hombres.

funes el memorioso

Y si la espantosa memoria de Funes el Memorioso le llevaba a comparar sus premios con la víspera de los demás mortales; que duda puede haber, que de esa manera la vigilia de Funes el Memorioso era parecido en la tierra de la temible mirada de Dios, que de un solo golpe, entra y lo sabe todo.

Pero no se debe olvidar que Ireneo Funes, previo a convertirse simbólicamente en Funes el Memorioso, tiene capacidades sobrehumanas, como si percepción exacta del tiempo, o su memoria de nombres propios, justamente como influencia del mito de job, o lo que de él entiende y toma Jorge Luis Borges para reelaborar.

Para Borges, el real mensaje del libro de job, podrá deducirse de los últimos capítulos (38-42), los que describen al señor dialogando con Jon al torbellino.

En ellos dios reta al sufriente uzita: ¿Supiste tú las ordenanzas del cielo? (38:33). La humanidad, dice el señor al presentido job, ignora los elementos divinos que gobiernan el universo, y por lo tanto, no podrá esperar una exculpación del sufrimiento.

Dios y el mundo son un acertijo, por ello la manera de representarlos es por medio de los secretos, lo monstruoso, lo incomprensible, lo sobrenatural o lo fantástico.

funes el memorioso

Cabe destacar que Funes El Memorioso sufre el castigo divino por la arrogancia de sus capacidades. Es decir, el mito que, restablece el castigo por la osadía de saber algo discreto a la naturaleza divina.

Pero lo cierto es que, al igual que los monstruos que se manifiestan en el mito de job, vienen a ser, de alguna manera, por lo mismo que son moustruo, sobre todo incomprensibles ( ya que no se puede ver qué razón puede haber para que existan en el mundo y que puedan servir a la economía divina), símbolos de días (100-101), el accidente que le sucede a Funes el Memorioso no deja de ser incomprensible.

No obstante, la parcialidad de Borges por una especie de Imitatio Dei Heterodoxa, tratando de emplear un elemento de la escritura divina, la ausencia de azar en el tejido, de un texto equilibrado, difícil y pleno de sentido a la literatura humana eludirá de ese hecho cualquier referente con el azar.

En un nivel siguiente del mito, tras el accidente, cuando Funes el Memorioso toma la potencialidad necesaria para transformarse en héroe (y enfatizó: El parecido en la temible mirada de Dios que, de un solo golpe, entra y lo sabe todo), el individuo sufre la rebelión de sus elementos y de conocimientos, quedó dependiente y aplastado por ellos.

Las capacidades que Funes El Memorioso obtiene son tan poderosas que dominan su voluntad y es bajo donde el dolor se autentifica.

Su motor no se idea por su actividad, puesto que a lo extenso del texto conseguimos muchas connotaciones negativas que remiten, a la inactividad, representada por si enfermedad «tullido», por su condición de eterno prisionero inmóvil, con los ojos cerrados, absorto en un oloroso gajo de santonina.

Un último sentido que extraigamos sería en base al elemento dialéctico que, como ya se ha dicho enlaza en el cuento, por desacuerdo a ese aparente, falsa actividades cognitivas la inactividad que imagina la pasión, la acción de padecer dolor,frente a la dificultad de abrazar intelectualmente el caos que simboliza el mundo, frente a la capacidad ordenadora y explicativa. Y quién sino Jesucristo, sufridor entre los sufridores, su símbolo para redondear la imagen de sufrimiento.

De nuevo, no es azar. Esa flor, que toma su nombre, por el parecido que guarda con sus atributos y cobros que la tradición concede a la pasión de Jesús, es otra verdad insinuada. El dolor de Funes el Memorioso, semejante al del nazareno, La muerte de un mito, y el nacimiento de otro.

Realmente Funes El Memorioso fallece desmitificado, como un hombre más por lo que hace, pero no por lo que sufrió, pero no hay que olvidar que sobre el se va a publicar un volumen, en cuya creación colaborará el narrador.

Esto considera que Funes El Memorioso fallece por todos los hombres para resguardar la esperanza de un ideal que no exonere la falta de significado y del desorden caótico del mundo y la vida, para lo cual caer en el infierno se hace necesario con defensa. ¿En que se basa esa esperanza? En la calidad moral.

funes el memorioso

No es solamente ontológico el platonismo de Borges, podrá también admitir la dimensión moral para que las acciones sean normales e indistinguibles:

«Lo que realiza un hombre es como si lo realizarán todos los hombres. Por esto no es abusivo que una indisciplina en el jardín contamine a la especie humana; por eso no es abusivo que la crucifixión sea suficiente para salvarlo, acaso Shopenhauer tiene razón. Yo soy los otros, cualquier hombre es todos los hombres.»

Para terminar: Funes El Memorioso fallece para liberar al hombre de la angustia metafísica.

Curiosidades

Se comenta que en la vida real  hubo un caso parecido al de Funes el Memorioso, Daniel Tammet (nacido en 1979), un sabio Británico autista, tiene cierta analogía con el ficticio Ireneo Funes.

Tenía ataques epiléptico que podrá tener parte de sus talentos inusuales. Su memoria para los números es maravillosa y finalmente reveló que posee sinestesia, lo que le permite observarlos números como formas, unos de los cuales son más agradables que otros. También puedes leer «Las ruinas circulares».

En esta misma formación Solomon Shereskevskii, un artista de la memoria escénica con una cualidad conocida como «Hipermnesia» es decreto por el Neuropsicólogo ruso Alexander Luria en su Libro, la mente de un Mnemonista, que unos especulan fue la inspiración para la narración de Borges.

Alexander Luria lucha positivamente algunas de las concesiones indicados por Borges que acuden con un poder de la memoria Supernormal. El neurólogo y escritor Británico – Estadounidense Oliver Sacks cita el Libro de Luria, como esa inspiración para su libro, «Amaneceres» que está dedicado a Luria.

Jill Price, junto con otras diez personas, logran recordar con gran exactitud la mayoría de los días de sus vidas y a partir de la edad promedio de 11 años. El límite de su cualidad única es «Síndrome Hipertiméstico, últimamente sabido cómo memoria autobiográfica altamente superior (HSAM), Prince ha manifestado que ella, como Funes el Memorioso, ve su memoria como una maldición.

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