Otra vuelta de tuerca, un libro de Henry James

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La fascinante obra otra vuelta de tuerca, representa la literatura gótica más controversial y leída de Henry James, además de erigirse como una de las mayores cumbres literarias sobre espectros. Quédate y averigua en este post, si realmente existen tales espectros, que por demás, está repleta de fantasía y terror.

Otra vuelta de tuerca

Otra vuelta de tuerca o the Turn of the Screw, de Henry James 

La otra vuelta de tuercas de Henry James, o como se le conoce también en inglés, The Turn of the Screw. Representa además la cúspide del autor en el género de literatura fantástica, como novela gótica o cuento sobre espíritus y terror, que data de 1897.

De igual forma, el libro de la otra vuelta de tuerca, se erige como uno de los más populares de Henry James, además de la cúspide de la literatura fantasmal. Aunque sobre la presencia de tales espectros en la obra, se proponen ciertas claves de lectura, surgidas desde el propio desconcierto que logró abrumar al su autor luego de la redacción de la citada novela.

Otra vuelta de tuerca, una nave a la deriva

De acuerdo a la opinión de los críticos de este género literario, referirse a la enigmática obra titulada la otra vuelta de tuerca, del brillante autor Henry James, hasta convertirse en una tarea efectivamente difícil. Ello en virtud del exiguo número de fuentes o la complejidad que resulta la obra per se.

No obstante, luego de reflexionar una vez leído sus páginas, permite entender que el éxito y la controversia generada por dicha narración, giran en torno a dos elementos determinantes. Donde el primero de ellos presenta una historia fantasmal; y el segundo motivo, se hace explícito a partir de la lectura, donde se muestra tan opaca que parece imposible creer que el autor sólo se limite a contar una simple historia de fantasmas.

El autor de otra vuelta de tuerca, Henry James (1843- 1916), fue un extraordinario escritor norteamericano, que pasó buena parte de su vida en Europa. De los cuales heredó el exquisito y refinado gusto de la burguesía, que a su vez sirve como fuente de inspiración de la mayor parte de sus obras. Mientras que su interés por estudiar estas dos culturas explorará el efecto de la interacción entre la sociedad americana y la europea en casi todas sus obras, tales como son:

  • Daisy Miller (1878).
  • Retrato de una dama (1881).
  • El arte de la Ficción (1884).
  • Lo que Maisie sabía, novela que inaugurada en el siglo XX.
  • Los papeles de Asper.
  • El mentiroso.

Asimismo, la psicología de los personajes responsables de las tramas de la sociedad será otro de los grandes temas que están presentes en su obra como escritor. Donde justamente, paralelamente con la publicación de otra vuelta de tuerca, se establece en su casa de campestre de Lamb House, en Sussex, Inglaterra, y cuyo escenario sirve de inspiración para describir los sucesos ocurridos en la majestuosa Bly.

Donde la presencia de una simple institutriz en la enigmática burguesía inglesa, será el punto de inicio ideal para una historia de terror al mejor estilo del autor. De este modo se observa que otra vuelta de tuerca muestra la experiencia de una chica que se pretende trabajar como tutora de 2 adorables niños, Miles y Flora.

Solo le impone a la empleada que bajo ningún concepto debe molestar a su propietario; pese a esa extraña condición, la joven acepta porque queda encantada con el dueño.

La historia de la otra vuelta de tuerca, es un relato propio de fantasmas narrada al lado de una tibia chimenea, donde en sus páginas se refieren a la imagen recurrente de la mansión maldita o casa encantada; o al largo corredor a la luz de una vela y cuyas maderas crujen al paso sigiloso de una asustada joven en camisón blanco.

De tal modo, que el contexto natural de la época, resultó la materia prima para que cualquier artista sacara filo a este género, y desarrollara su propia imaginación. Y es así, que luego de algunas incursiones sobre tópicos misteriosos de los humanos, el autor de otra vuelta de tuerca, decide adentrarse en la literatura sobre espectros.

Otra vuelta de tuerca

Luego de finalizar su historia, se obtuvo como resultado, a juicio del propio autor, un análisis acerca de la nada, lo cual obedecía a que, algo que creía que era un tema resulta ser realmente nada. Pero ante esta extraña proposición, continúa el autor agregando, para cargar su contenido de mayor enigma, al afirmar que el pequeño texto era realmente un ejercicio en el arte para no fracasar.

Ante lo cual es posible agregar que posiblemente el artista no acepta su fracaso, o es el personaje de la historia la que se niega a aceptar el fracaso, lo que supone que se le empieza a escurrir la historia entre las manos, o por el contrario, esa era la impresión que quiere dar ante el público.

Enrumbar la trama, no dará las respuestas, ya que éstas no parecen tenerlas ni siquiera el mismo James. Siendo mejor no revelar nada en absoluto, ese nada al que se refiere el autor, a riesgo de que la novela pierda su fuerza narrativa. Donde el éxito de este cuento descansa en mantenerse como funambulistas en equilibrio sobre ese vacío, con la constante sensación de que se hallará algo perturbador.

Donde en cada página, se intenta hallar alguna pista para descifrar, pero el autor, no deja nada escrito que pueda orientar hacia qué lado inclinarse, no hay ninguna certeza, no se lee más allá de las propias palabras. No hay teoría previa, el autor siempre atento a la reacción del lector, le cedió la obra.

En tal sentido, otra vuelta de tuerca es una narrativa realista, donde no importa la fantasía agregada, lo que se lee es la psicología de la institutriz, desde su punto de vista. No se puede escapar de si misma, se desconoce lo que ocurre en su interior, pues es ella la que lleva el timón de la nave a la deriva, y es justamente este efecto el más inquietante.

El lector, al igual que la institutriz, son abandonados, lanzados a ese mar de palabras que el autor ha construido y, así a la deriva, se siente el pánico de no saber el rumbo. Otra vuelta de tuerca es narrada de tal forma que lo sobreentendido resultan abrumador y opacan la resolución de los hechos.

Otra vuelta de tuerca, la irresistible fascinación por lo morboso

Pese a lo referido anteriormente sobre otra vuelta de tuerca, representa una de las obras más notorias y repasadas de Henry James, un cuento con valoraciones de novela breve que aprueba tantos análisis como apreciaciones, y que ha logrado fascinar desde su publicación.

Otra vuelta de tuerca: un cuento de fantasmas sin fantasmas

La otra vuelta de tuerca, es una historia terrorífica que sólo tiene lugar en el imaginario de una tutora histérica que cuenta sus visiones y es perseguida por espectros. No obstante, y como no podía ser distinto de su autor, se puede asimismo, afirmar todo lo contrario sin faltar a la verdad.

También se debe acotar, que unos años antes de la otra vuelta de tuerca, había escrito lo que Maisie sabía, cuya obra inaugura el siglo XX, y que rompe la narrativa, pues sólo sabe lo que ve y sabe una niña; el resto de la historia, tiene que imaginarlo o suponerlo quien lee.

Tal es el caso de otra vuelta de tuerca, donde usa el mismo argumento pero, pero sobre una menor extensión, y con un tópico muy sugerente como es el terror, y su autor pudo darse el lujo de llevar su técnica al extremo, como si se tratara de un mecanismo de relojería.

Y es que, por mucho que la crítica y los lectores han intentado desmontar sin lograrlo, es conseguir la fuente para explicarlo todo, posiblemente debido a que la belleza está en el conjunto, en ese dejarse llevar por la historia sin más.

En su cuaderno de notas, Henry James escribe así el origen de la obra

El relato fantasmal contado por el arzobispo de Canterbury, ocurrido en Addington; solo un bosquejo general, impreciso, puesto que no otra cosa le había referido una dama que no poseía el arte de narrar ni claridad alguna. Es la historia de unos niños que, muertos presuntamente los padres, quedan al cuidado de sirvientes en una vieja casa de campo.

Estos sirvientes, malévolos y corruptos, corrompen y depravan a los pequeños; y estos se vuelven viles, capaces de ejercer el mal de una forma siniestra. Los sirvientes mueren y sus apariencias y figuras, retornan y toman la casa y los niños, a quienes tientan e invitan desde más allá de sitios peligrosos, el profundo barranco luego de un cerco derruido, etc., de modo que al entregarse a su poder los niños pueden destruirse y perderse.

Pero estos no se perderán en tanto alguien los mantenga fuera de su alcance, pero estas malignas presencias son insistentes en su fin de hacer presa de ellos. Es cuestión de que los niños vayan hacia allá. Y aunque la pintura, la historia, es demasiado oscura e inacabada, logra inspirar la realización de un efecto extrañamente horrible, y he de contarla a un testigo u observador externo.

Lo que hace suponer que cuando el autor decidió escribirla, se percató de que el narrador no podía a su vez observar desde afuera, como para que no se implicase en la historia, y una vez implicado, formaría parte de ese efecto extrañamente horripilante al que alude, hasta el punto de que el propio narrador sea quien lo propició.

Es posible que los eventos ocurridos en Bly es de un tal Douglas, una noche de Navidad, y que afirma saber de un caso terrorífico de aparición fantasmal a dos niños, escrito por la que otrora institutriz de su hermana, fallecida hace unos años. En ese punto, ya se tiene una idea sobre la joven, que nunca se da el nombre, y que es la menor de las hijas de un humilde párroco provincial, que llega a Londres en busca de trabajo.

El trabajo que consigue es de institutriz, bajo ciertas y extravagantes circunstancias, donde se hará cargo de dos sobrinos pequeños del enigmático hombre que la contrata, y en cuyo desempeño laboral debe desplazarse a una solitaria casa en el condado de Essex.

Algo a resaltar, y que podría suponer una pista dejada por el autor, es que dicho contrato está condicionado, sobre que jamás debe importunar al hombre, con asuntos de los niños, y que allí, en Bly, se encontrará con un ama de llaves y criados, con los que tendrá suficiente compañía.

De tal forma, que dicha cláusula es la que encierra de por sí a la institutriz en la mansión, aunque el lector no lo entiende en ese momento más que como una nota curiosa, pero que sin embargo, será el detonante para el desarrollo posterior de la trama, ya que toda la responsabilidad sobre la crianza y el cuidado de los niños recae sobre ella, una joven que no tiene ninguna experiencia en este tipo de trabajo.

Conviene asimismo recordar, que la vaguedad es una de las artimañas usados por el autor, con el objeto crear el clima apropiado, por lo que no se puede dejar de lado la rotundidad del inicio del relato por parte de la institutriz, cuando refería:

Todo el inicio lo recuerdo como una seguidilla de altibajos, un vaivén de emociones mejores y peores. En la ciudad, aún luego de animarme a aceptar el trabajo, pasé unos días terribles: de nuevo dudaba, pues realmente estaba convencida de haber cometido un error.

Ello muestra que la chica, no se encuentra con el mejor ánimo para afrontar este delicado trabajo, y aunque la primera impresión que se lleva de Bly es buena, y la calma en un principio, poco después de conocer a la niña, escribe:

Fue alentador que no hubiera dificultades para relacionarse con una criatura tan beatífica como aparentaba ser mi radiante niñita, cuya angelical belleza quizá fue el factor que más colaboró al desasosiego que me hizo levantarme antes del amanecer y dar vueltas por mi cuarto.

De este modo, con menos de 600 palabras sobre el largo relato, ya la institutriz da señales de un desequilibrio manifiesto; pues piensa que la hermosa niña aparenta ser beatífica, y es el factor que marca su inicial desasosiego. En estas palabras iniciales, y en las siguientes páginas se compone el cuento donde está gran parte del secreto de su éxito, y que el autor desliza en la mente del lector sin que éste lo perciba, como:

De hecho, el autor no se queda tan solo con las apreciaciones subjetivas de la institutriz; pues al aparecer el niño, Miles, en la mansión lo hace por un hecho claro: ha sido expulsado del colegio, sin que se sepa la causa. El atractivo del niño de 10 años, su excelente conducta y cierta capacidad de seductora.

Por esta razón la institutriz no le preguntar directamente  al chico que pasó, otra vía sería preguntar al tío para pedir la correspondiente aclaratoria al colegio, pero todo está vetado, por lo que el lector se queda sin saber lo que realmente hizo Miles, aunque es de imaginar que no ha sido nada bueno.

Este infierno se inicia desde el instante que la institutriz, en vez de mostrarse despavorida por la presencia de un muerto, opta por afrontarla exclusivamente ella, para proteger a los niños, pues piensa que esos espectros tratan de acercarse a las pobres criaturas.

Aunque desde algún punto de vista, tal precaución es absurda, ya que los espectros podrían aparecerse a los niños cuando y donde quisieran; aunque también se tiene, que la reacción de la joven es propia de quien tiene la responsabilidad del cuido de los niños ante todo mal, que en este caso es el Mal.

Sobre la primera aparición de la antigua institutriz, es más una intuición cuando está jugando con la pequeña a la orilla de un lago; donde la chiquilla está de espaldas, esta levanta la mirada y descubre a una mujer de negro, pálida y espantosa.

Los fantasmas por su parte, corresponden a un criado, una persona ruin, mala y desagradable, que jugaba con el niño, y lo echó a perder, muere accidentalmente cuando resbala al salir de un lupanar. Mientras que la antigua institutriz, pese a ser una dama, se entendía con él, concluyendo por tanto, que esa relación insana, y que corrompía a los niños.

Tal entramado de sospechas, evidencias y suposiciones conducen a la propagación de la histeria en la casa, pero al contrario de lo que en cualquier otro relato podría suceder, en éste la reacción de los niños es también de una lógica aplastante:

Pero además, existe otro detalle en la historia de otra vuelta de tuerca, y que sin duda, es capaz de propiciar una nuevo giro a todo tipo de suposiciones sobre él: pues cuando el miserable criado muerto aparece por segunda vez, pegado a la ventana, la institutriz lo ve perfectamente, tanto que lo describe al ama de llaves antes de saber siquiera de su existencia.

Pero si la institutriz no lo conocía, ¿cómo puede describirlo, incluso las ropas que viste?, cuya interrogante, es otra vuelta de tuerca: es en manos del ama de llaves que esta obtiene la descripción, ya que ella describió a la chica que el abominable criado vestía siempre las prendas del señor, tal y como se le aparece a la joven.

Por otra parte, en ningún momento de la historia ésta describe al apuesto sujeto que la contrata, por tanto, obedecerá a un tipo de traslación visual que la tutora hace recaer en lo finalmente es un espectro visto por medio del vidrio de una ventana.

En este sentido, pese al incuestionable éxito obtenido, su autor James no se mostró públicamente satisfecho de so obra. Incluso, a través de una misiva, lo tachó taxativamente de comercial, y en el prefacio que escribió sobre él para la edición de Nueva York se inclina por una de las posibilidades expuestas.

Inclusive, el propio autor en sus obras completas, no incluyó el relato de otra vuelta de tuerca en sus historias espectrales, sino que lo intercaló en otro volumen existente en Los papeles de Aspern y El mentiroso, cuyos trabajos de impostura supone el denominador común, la posición de quien quiere imponer su fingida verdad a costa de todo.

Argumento

El argumento de la otra vuelta de tuerca, se basa en un relato de una joven tutora a cargo de dos niños huérfanos en una prístina mansión victoriana. Y lo que en inicio se presenta como un cometido agradable, se convierte en una pesadilla; ya que los pequeños viven envueltos en un pasado donde la antigua institutriz, llamada Srta. Jessel, y Peter Quint, como el criado, prestan ayuda al patrón, que es el tío de los niños, sostenían una oscura relación.

Aunque no se muestra claramente, se infiere que hubo algunos abusos por parte de los empleados. La vivencia al lado de la anterior institutriz y su muerte, han dejado en los pequeños una huella indeleble. Mientras la joven intenta ayudar a los niños, a la par empieza a escuchar voces, canciones, y a tener visiones de la anterior institutriz, muerta en extrañas circunstancias, y al criado, aparentemente, apariciones fantasmales.

Posibles interpretaciones

Otro de los aspectos que se diferencia en otra vuelta de tuerca, y que coloca en el relato espectral que sella un antes y un posterior en este género, supone una doble percepción, concebida y escrita con tal intención. Donde la presencia de espíritus en la historia, puede interpretarse de dos maneras:

De forma simultánea, y haciendo otra vuelta de tuerca, es posible acotar que los fantasmas no existen fuera, sino que están en la cabeza atormentada de la institutriz. Serían, de acuerdo a esta interpretación, consecuencia de la imaginación de la mujer. Donde ella supone, equivocadamente, que los niños ven y saben de los fantasmas, pero hacen lo posible por mostrar lo contrario.

No obstante, también podría ser que los niños no ven ni saben nada de los espectros y todo sería una creación, una trama de suposiciones y paranoia de su tutora que, en cierto modo, termina siendo la única que ciertamente experimenta y visualiza los fantasmas. Para ello, se pueden exponer 5 argumentos en defensa de esta premisa:

  • La institutriz muestra ciertas tensiones, incluso, previo a su llegada a la mansión de Bly, debido a la diferencia social. Donde el hecho de que ella se impresionó, o enamoró del patrón y tío de los niños. Aunque, este le advirtió rotundamente que no lo molestara bajo ningún concepto, significa un corte inmediato para cualquier acercamiento con fines románticos.
  • Se hace alusión que esta era hija de un clérigo anglicano; por lo que no es posible imaginar la forma de su crianza o cuidados en su infancia. Aunque se presume que debió sufrir cierta presión, pues en esa época no se esperaba nada desagradable de una familia así.
  • Le inquieta la forma como se llevará con las personas de la casa.
  • El hecho de que ella, a solo días de su llegada, recibiera una misiva del director del colegio del niño para el patrón; ante lo cual este se la regresa y reafirma que no le pida ayuda, ni le consulté nada. Dicha carta mostraba datos acerca de Miles, el niño, mencionando que era una afrenta para los demás, y por esto había sido expulsado.
  • De cierta forma, el potencial infinito de otra vuelta de tuerca, permite diversas interpretaciones, reinterpretaciones y acomodaciones, atendiendo a las diversas concepciones y/o apreciaciones por parte de quien lee.

Personajes de otra vuelta de tuerca

Pese a lo complejo de la obra otra vuelta de tuerca, y a la participación casi exclusiva de la intitutriz a lo largo de la historia que narra esta hacen presencia algunos personajes, siendo estos necesarios para el desarrollo y dinámica de la trama, dentro de los cuales están:

Institutriz: personifica a la chica contratada para atender a dos niños huérfanos, es una chica bonita y soltera de 20 años, y la menor de un clérigo humilde, quien se sale por primera vez de su hogar familiar en el campo, a fin de entrevistarse en Londres para un puesto como institutriz.

El patrón o jefe: no tiene nombre, pero es quien recibe a la institutriz el primer día y la contrata; tío de los pequeños y un hombre muy apuesto

Miles: es el pequeño de 10 años, pero con un comportamiento algo adulto y pequeño caballero. Fue objeto de una expulsión en el colegio debido a sus cuentos de terror que contaba a sus compañeros.

Flora: representa a la hermana de Miles, de 8 años, pero que todavía no asiste al colegio.

Señorita Jessel: personifica uno de los fantasmas, es la fallecida tutora, amiga de Flora; Al igual que su sucesora, era joven y bonita. Sostuvo un turbio romance con Quint; quien estando de vacaciones muere en dudosas circunstancias, tal vez se suicidó embarazada.

Quint: es otro de los fantasmas, ya que está muerto, era el sirviente de confianza y ayudante personal del patrón. Enviado al campo por aludidos motivos de salud, fallece a causa de resbalar ebrio en el hielo; era apuesto, promiscuo y violento, el prototipo de rufián seductor de la época.

Señora Grose: supone el ama de llaves de la mansión, cómplice y amiga de la institutriz; es de mediana edad, inculta y teme perder su empleo si molesta al señor.

Douglas: personifica al hombre que recibió el manuscrito de la institutriz.

Adaptaciones al cine

Como se ha evidenciado, otro vuelta de tuerca en vista de sus múltiples posibilidades de interpretaciones, ha inspirado muchas adaptaciones desde 1957, tanto para el cine como la pantalla chica, dentro de las más notorias están:

  • The Others (1957), sobre el capítulo de Matinee Theatre.
  • The Turn of the Screw (1959), sobre el capítulo de Startime.
  • The Turn of the Screw, a cargo de John Frankenheimer (1959).
  • The Innocent (1961), ¡Suspense! por Jack Clayton.
  • Die Sündigen Engel (1962), de Ludwig Cremer.
  • The Nightcomers 1972, por Michael Winner.
  • Le Tour d’écrou (1974), de Raymond Rouleau.
  • The Turn of the Screw (1974), de Dan Curtis.
  • Le Tour d’écrou (1974), sobre el capítulo de Nouvelles.
  • Otra vuelta de tuerca (1981), de Dimitrio Salas.
  • Otra vuelta de tuerca (1985), de Eloy de la Iglesia.
  • The Turn of the Screw (1990), sobre el capítulo de Nightmare Classics.
  • The Turn of the Screw (1991), de Rusty Lemorande.
  • The Haunting of Helen Walker (1995), de Tom McLoughlin.
  • El celo (1999), de Antoni Aloy.
  • The Turn of the Screw (1999), de Ben Bolt.
  • The Turn of the Screw (2003), de Nick Millard.
  • Giro di vite (2008), de Marco Serafini.
  • The Turn of the Screw (2009), de Tim Fywell para la BBC.

Asimismo, otra vuelta de tuerca, ha inspirado a muchos cineastas, como es el caso de Alejandro Amenábar, con la cinta titulada Los otros; Carlos Enrique Taboada, con su obra El libro de piedra; Narciso Ibáñez Serrador, con su capítulo llamado El muñeco de las Historias para no dormir.

Especial mención merece, la cinta sobre The Nightcomers, a cargo de Michael Winner en 1972, la cual supuso una suerte de precuela de una vuelta de tuerca, cuya narrativa corresponden a eventos ocurridos previo a la novela, pero que se van develando a lo largo de la misma.

Mientras que para 1997, en un programa radial español, se inauguró con una adaptación de 6 episodios de otra vuelta de tuerca, con el protagonismo de Lourdes Guerras como la institutriz, Natalia García como la Sra. Grose, Blanca Gala como Flora, y Maribel Sánchez de Aro, como Miles. Dicha adaptación sería reproducida en 2002, con 5to. aniversario del programa; y para el 2020, dicho texto será adaptado para ser la segunda temporada de la serie de Netflix The Haunting of Hill House.

Ópera

Finalmente, a pesar de su compleja narrativa, otra vuelta de tuerca llegó a las tablas, de la mano de Benjamin Britten, quien compuso una ópera llamada The Turn of the Screw, inspirada en el relato de igual nombre de Henry James. A cargo de Myfanwy Piper, cuya primera representación se llevó a cabo en septiembre de 1954, en el Teatro La Fenice de Venecia.

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