Historia de una Escalera, de Antonio Buero Vallejo

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Te invito conocer la Historia de una Escalera, donde se puede observar en un pequeño edificio y la vida de sus habitantes. Conoce un romance frustrado, donde tres generaciones nunca llegaron a alcanzar la felicidad, por diferentes razones. Sigue leyendo, la obra de Antonio Buero no te decepcionará!!!

Historia de una escalera

Libro Historia de una Escalera

La Historia de una Escalera comenzó como una obra de teatro, la cual era producida entre los años 1947 y 1948, por el literario Antonio Buero Vallejo. Dicha obra obtuvo un gran recibimiento por parte del público español. Posteriormente gracias a los logros con su obra, se hizo merecedor del «Premio Lope de Vega» en su ciudad natal Guadalajara, una pequeña provincia en la sección Ibérica de España.

Durante toda la trama de la obra podemos observar como Antonio Buero percibía la sociedad en aquellos momentos. Se analizan las mentiras, chismes, frustración y amor en una vecindad con un pequeño número de 13 habitantes. Con el paso del tiempo, decide realizar un libro basado en su obra de teatro, mostrando de manera más precisa los sucesos.

En la Historia de una Escalera, Antonio Buero Vallejo trata de remarcar como la selectividad es más fuerte que las emociones en la mayoría de los casos. Gran parte de sus personajes son egoístas, razón por la cual ningún consigue lo que realmente desea al final de su historia. Esto nos deja una bonita reflexión, donde aprendemos que no siempre lo que queremos es lo que necesitamos.

Escritura y desenvolvimiento

Si algo le permite a Antonio Buero Vallejo de otros autores es su forma de escribir, poseyendo un estilo bastante pulido y con grandes anotaciones usando un lenguaje culto. A pesar de esto, normalmente intenta dejar atrás aquellas palabras tan complicadas, de modo que su público pueda realizar la lectura de una manera más sencilla.

Por el contrario, dejando de lado la narrativa y entrando en los diálogos que suelen utilizar los personajes, podemos notar una forma de hablar mucho más coloquial. De hecho, en ciertos puntos acá la escritura puede ser considerada tosca o inclusive vulgar, pero todo se trata de una estrategia según el mismo autor.

<<Al utilizar un habla más fluido y característico para las personas en general, es mucho más fácil expresar los sentimientos y emociones de los personajes. A diferencia, la narrativa necesita estar bien argumentada y en lo personal, me gusta utilizar un jerga más completa…<< Aseguró Antonio Buero Vallejo en una entrevista en el año 1949, durante el estreno.

Representaciones

Obra de teatro: Trabajo primigenio escrito por Antonio Buero Vallejo, durante los años 1947-1948. Su debut a gran escala fue presentado en el «Teatro Español» de «Madrid» el 14 de octubre de 1949. Dirigido por Cayetano Luca de Tena. Posteriormente en el año 2003 se creó una versión actualizada, teniendo como nuevo director a «Juan Carlos Pérez de la Fuente».

Libro: Luego de algún tiempo la obra de teatro creó una versión escrita, creada por el propio Antonio Buero Vallejo, donde se presentaba la misma historia pero con más detalles. Una escritura limpia y al mismo tiempo tosca representa a los personajes de cada familia. Posee una aprobación del 78% en la sección nacional (España), según estadísticas de Google.

Episodio Televisivo: Finalmente obtenemos una versión televisada de la obra de teatro. Este episodio podía ser observado desde el canal «Estudio 1», en la televisión española, pudiendo ser presenciado en el año 1971.

Resumen de Historia de una Escalera

A partir de acá de podemos apreciar un resumen de los principales acontecimientos del libro y la obra de teatro. Si te encuentras interesado en leer por ti mismo y deseas evitar spoilers, recomendamos continuar con cuidado!!!

Ni un euro I

Un día como muchos donde cada quien está en los quehaceres del hogar, cuando se presenta  el cobrador del recibo de luz. Con una mirada nada agradable para los propietarios del inmueble, la situación no es nada holgada y ese cobro representa incomodidad para la mayoría. Esto afecta sobre todo a “Doña Asunción”, una delgada  viuda desprotegida, que se le ha hecho cuesta arriba los diferentes gastos del hogar.

A pesar de todas las dificultades, ella trata de aparentar que todo esta bien y puede saldar sus propios gastos. Los rumores afirmaban que se encontraba en la ruina, por lo cual sería cuestión de tiempo para que fuera desalojada del lugar. Por si esto fuera poco, también comentaban que su único hijo «Fernando», no le ayudaba lo suficiente para solucionar estos problemas.

Historia de una escalera

Ese día más que nadie, Doña Asunción no deseaba la llegada del cobrador, pues no tenía ni un euro para el pago del recibo. Con varios trucos y excusas trata de pedir tiempo hasta que llegue su hijo, aun sabiendo que el muchacho no va a solucionar nada. Ella tratando de ganar tiempo ante aquel insistente cobrador, ya que en ese mismo instante no contaba con los medios para solucionar su problema.

El buen vecino

Luego de unos cuantos minutos llega “Don Manuel”, quien era el más rico del condominio. Junto a él, se encontraba su consentida hija “Elvira”. Ambos al percatarse de la situación, deciden ayudar a Doña Asunción, siendo el amable Don Manuel capaz de cancelar el recibo de luz, con tal de ver a su hija feliz. Él sabía que desde hace años que su hija Elvira se encontraba enamorada del hijo de Doña Asunción, “Fernando”.

Sinceramente Don Manuel no tenía problemas para hacerle el favor a su vecina de pagar su deuda, pues desde hace años mantenía un buen trabajo que le permitía tener una gran vida. Su propia familia gozaba de lujos y placeres, especialmente su hijo que siempre fue la consentida de todos.

Intentando aplacar su vergüenza, Doña Asunción le pide a Don Manuel que se detenga, ya que apenas llegase su hijo este se encargaría de pagar el dinero. Tanto Elvira como Don Manual y prácticamente todos en aquella vecindad conocían el estado de esa familia, por lo cual estaban seguros que Fernando, el hijo de Doña Asunción, no contaba con el dinero para cancelar aquella deuda. Con esto en mente y tratando de ayudar a su vecinos, Don Manuel decide pagar de todas formas, ignorando las palabras de su vecina.

Finalmente y con todas sus deudas saldadas, Doña Asunción le da las gracias a Don Manuel, además le promete a Elvira que ella misma le pedirá a su hijo que escriba unas poseías para ella. Fernando tenía tiempo practicando como poeta y Elvira siempre se sintió interesada por aquel hobby, así que con una sonrisa en su rostro asintió. Cuando todo acaba, cada persona se retira a su propia vivienda satisfecha, especialmente aquel cobrador que solía tener problemas para obtener los pagos de Doña Asunción.

La llegada de Fernando

Después de haber transcurrido algunas horas por fin llega el hijo de Doña Asunción, Fernando. Su madre con cierta alegría y un poco de vergüenza le comenta que el buen Don Manuel ha pagado aquel recibo de luz que tanto los agobiaba. De forma sorpresiva Fernando estalla en ira y con malas palabras le dice a su madre que ha metido la pata. – Ahora que has aceptado la ayuda de esa familia les debemos un favor. Siempre has sabido que Elvira me ha estado buscando, y ahora tiene la excusa perfecta para que yo la trate bien. – Le dijo Fernando con enfado.

Mientras continuaba la discusión Fernando aseguraba que “él era capaz” de cubrir todos los gastos del hogar, por lo cual ahora todos pensarían que era un inútil y un fracaso como hombre. Finalmente y cansado de pelear con su madre, Fernando le pide que jamás vuelva a aceptar ayuda de otra persona para estos asuntos, pues lo hace quedar mal delante de los demás. Por su lado, Doña Asunción parece más calmada, pero sin duda por dentro estaba decepcionada para la aptitud de su hijo.

La familia de Paca y Juan II

Con un cambio repentino, comenzamos a observar a la vecina del apartamento número tres “Paca”. Ella era una mujer de carácter fuerte y muy ligera a la hora de soltar las cosas. Al igual que Doña Asunción, Paca jamás recibió de buena manera al cobrador de luz, ya que consideraba que este los estafaba. Ya hacía bastante tiempo desde que comenzó a ahorrar energía, apagando constantemente los bombillos para disminuir los gastos, pero los recibos no hacían más que aumentar.

Paca se encuentra casada con el señor “Juan” y su matrimonio tiene varios hijos. Cada uno de sus hijos Tenían sus puntos positivos y negativos, pero eso hacía divertida la familia. Juan y Paca se esforzaban en darles una buena formación y valores, ya que a pesar de ser una familia humilde, esperaban que sus hijos fueran personas de bien.

Urbano el humilde

El mayor de los muchachos se llamaba Urbano, un joven muy humilde que nunca había mostrado ni una pizca de maldad. Destacaba sobre sus hermanas al ser alguien muy trabajador y con grandes metas a futuro. Desde pequeño siempre estuvo interesado por una chica de la vecindad llamada “Carmina”, pero hasta ahora era lo único en lo que no había tenido éxito.

Trini la solterona eterna

La hermana del medio era conocida como “Trini”, una chica muy hermosa y amable, la cual dedicaba la mayor parte de su tiempo en ayudar a sus padres y hermanos. Por los momentos todo apuntaba a que jamás conseguiría novio, incluso con su belleza, pues no solía interesarse en los demás muchachos. De hecho, gran parte de los residentes del lugar la consideraban una “solterona eterna”.

Rosa vida loca

Por último se encontraba la hermana menor, “Rosa”. Ella era mucho más suelta y distraída que todos sus hermanos. Uno de sus pasatiempos era salir y entrar a la casa constantemente, además sin llegar a informar a nadie cuando volvería. Prácticamente todos los vecinos hablaban mal de ella, aunque esto no parecía afectar ni un poco.

Discusiones innecesarias III

Urbano se dirige a las escaleras, lugar donde solía quedarse a pensar a solar y ordenar sus ideas. Al poco tiempo ve como Fernando sale de su casa con una molestia más que visible, razón por la cual Urbano lo llama y le ofrece un cigarro para calmarse.

Fernando ya molesto por la situación con su madre entran en una discusión,  que nada tenía que ver con las grandes aspiraciones que deseaba urbano y las pensaba en voz alta. Urbano por su lado manifiesta su anhelo de ser alguien la vida, una linda casa, próspero en los negocios y formar una bella  familia. Por el contrario Fernando sigue con sus mismos cuentos que a llegar a ser un famoso y renombrado ingeniero.

Como si su mentira anterior fuera poco, además conseguirá ser un exitoso y gran escritor de poesías, urbano le echa en caras que son puros cuentos y que no concreta nada, siempre haciendo alarde de muchos proyectos sin culminar ninguno. Esto se torna en una  discusión, y al ver que ninguno de los dos quiere ceder ante tal inconveniente, deciden irse cada uno del lugar.

Un gran vividor

Pasado un rato llega «Pepe» el hijo de una vecina llamada «Generosa», vociferando de una manera muy seria que quiere enseriarse con Rosa. Urbano escucha esto y puede asegurar que Pepe es un bueno para nada. Generosa no está de acuerdo con la relación de su hijo con ella,pues para ella Rosa no es más que una golfa y mujer indecente.

Con ira y enfado Urbano al escuchar la conversación que involucra a su hermana, enfrenta a pepe y le dice que deje a su hermana Rosa en paz. Le echa en su cara que él solo es un vividor y no tiene buenas intenciones con Rosa. Desde su punto de vista, Urbano no deseaba nada que su hermana menor estuviera con un tipo como él. Por el contrario, Pepe se mostraba sarcástico, utilizando una aptitud que de seguro sacaría de quicio a Urbano.

Carmina y su propios problemas

En las concurridas escaleras de repente «Carmina» sale con un cántaro de leche. Ella era la hija de Don Gregorio, Generosa y hermana de Pepe. A diferencia de su hermano, Carmina era muy amable y era una chica bastante tranquila, poseyendo una gran belleza de deslumbraba el lugar, siendo considerada la más guapa de todas las muchachas.

Al verla llegar el habilidoso Fernando la intercepta para profesar su gran amor. Desde hace años él se encontraba atraído por ella, pero Carmina jamás decidió darle una oportunidad, ya que conocía muy bien que solía frecuentar con otras mujeres y era un fanfarrón.

Ambos se sientan en las escaleras, Fernando de una  manera muy sutil le dice que ella ha sido siempre el amor de su vida, diciéndole que lo acepte, pues él va a llevar a cabo sus planes. En su propiamente Fernando pensaba que ella debe apoyarlo, y así él va a estudiar y ser un gran ingeniero y escritor de poesías.

Carmina lo piensa y de inmediato sabe que son puras mentiras, que él tiene tiempo diciendo lo mismo y nunca lo cumple, además le discrimina que el siempre anda con mujeres diferentes y para muestra esta Elvira, Fernando indignado se defiende y dice que nunca ha tenido nada con Elvira. Como una especie de defensa, él le recrimina su gran amistad con Urbano, pues si algún día llegan a ser algo, no podría ser tan amiga de otro hombre.

Selectividad: Historia de una escalera IV

Después de haber discutido un rato, Carmine le afirma a Fernando que ella puede ser amiga de quien desee, pues ellos nunca han sido nada. Ambos hartos de la situación deciden irse del lugar, pues a este paso no conseguirían nada más.

Del mismo modo, cada una de las peleas ocurridas en la escalera terminaron, quedando como una simple historia donde cada habitante de la vecindad trataba de completar sus anhelos. Como si nada hubiera pasada aquel atareado día, cada persona continuó con sus propias actividades.

Pepe no dejó de ser un mujeriego alcohólico detrás de rosa. Fernando jamás culminó sus estudios de ingeniero y dejó la poseía. Doña Asunción seguía teniendo problemas con las deudas. Don Manuel y Elvira tenía su vida casi resuelta, por lo cual no tenía problemas. La familia de Paca y Juan seguía criando a sus hijos. Carmina y su madre Generosa seguían cuidando de «Don Gregorio», su padre que se encontraba bastante enfermo. Incluso aquel hombre encargado de cobrar la luz continuaba su vida tal cual, como si solo fuera una pequeña historia.

El pasar del tiempo V

Al transcurrir de los años, exactamente unos 10 largos años, el lugar sigue siendo igual y no ha cambiado mucho. Sus paredes deterioradas, ventanas empobrecidas y hasta el piso se sigue viendo sucio, aunque algo ha cambiado las personas que vivían allí. Por raro que parezca algunos han muerto como es el caso de doña Asunción la madre de Fernando, y el adinerado don Manuel padre de Elvira.

Por su lado, la adinerada señorita Elvira terminó consiguiendo su cometido al casarse con Fernando. Su matrimonio no es el más maravilloso de todos, pero han conseguido mantenerlo hasta la fecha en la medida de lo posible, llegando a tener un hijo.

La muerte de Don Gregorio

 Ahora  también le ha llegado la hora despedirse de este mundo a Don Gregorio, Fernando al conocer la noticia, quiere ir a darle el pésame a Carmina, pero Elvira se niega inventando excusa y así posponer la visita. Ella aun duda de la fidelidad que le tiene su esposo Fernando, pues el siempre estuvo enamorado de Carmina cuando eran jóvenes.

Finalmente este decide no esperar más y realizan la visita a Carmina, encontrándose junto a Urbano, a lo que Elvira se contenta, ya que al estar ellos juntos su matrimonio no corre peligro. Carmina muy gentilmente le halaga al bebé diciendo que tiene un hermoso hijo. Elvira le indica rápidamente que se parece a su padre, Fernando al observar la forma tan sarcástica de Elvira, les hace saber que a lo mejor el bebe pudo haberse parecido a Carmina o Elvira.

Llegado a cierto punto, la visita se torna incómoda así que se comprueba que Fernando aún tiene un gran interés por Carmina. Con la intención de evitar que llegue a mayores, los visitantes se retiran. Aquel pequeño suceso demostraba que a pesar de las apariencias, ninguno hasta la fecha había conseguido lo que deseaba.

La propuesta de Urbano

La intención de Urbano de ir a donde Carmina, para poder darle el pésame cambió drásticamente, pues se convierte en una declaración. Urbano se arma de valor y al ver a Carmina tan sola y desprotegida, se anima a decirle que el siempre estaba enamorado de ella, pero nunca intento nada por ver el interés de Fernando.

A pesar de esto, una vez pasaron los años y ver que aun ella esta sola, él le ofrece que se vengan a vivir con él a su casa, incluso podría traer a su madre si gustaba. Urbano continúa asegurando que él siempre ha sido un hombre responsable, y que si ella llegase a estar con él, jamás le faltaría nada, proponiéndole matrimonio.

Carmina duda de su aceptar su propuesta, pues jamás había pensado un futuro donde ella terminaría con Urbano. Para ella, aquel muchacho siempre lo vió como un gran amigo, pero ahora existía otra alternativa. Poco a poco va cediendo, pues esta segura que es un gran hombre, además que sería de mucha ayuda para ella y su madre, especialmente ahora que Don Gregorio ha fallecido.

Algunos están mejor que otros VI

Como era de esperar, no todos consiguieron una buena situación, o al menos una neutral donde no obtuvieron más problemas de los que ya tenían. La alocada Rosa a pesar de conocer las parrandas de Pepe, decidió hace algunos años vivir con el mal hombre y ahora llevaba una vida desdichada junto a él.

Ellos nunca se casaron y se decía que él la golpeaba, que todo el dinero se lo gastaba en bebidas y mujeres. En realidad Pepe no aportaba ni para la comida, por lo cual Rosa era la única que se encargaba de sustentar la casa con algunos trabajos que realizaba. Había días que ni siquiera venía a dormir a casa, y cuando regresaba llegaba tomado y armando escándalos que escuchaban todos los residentes.

Su hermana Trini que sabía de la situación, le contaba a veces a su padre Don Juan, con la intención de que este interviniera y ayudará a Rosa a salir de aquella deplorable situación. A pesar de to, Don Juan ya se había rendido con su hija, llegando a afirmar que «Si ella había decidido casarse con Pepe, entonces había muerto hace tiempo».

Con todo en contra, Rosa parecía no tener una salida aparente, pero Trini seguía intentando ayudar a su hermana. En varios ocasiones Trini le había enviado dinero a su hermana, de modo que pudiera pagar aquellos gastos que Pepe nunca cubría.

Los malos hábitos de Pepe

Una de esas tardes que Pepe decide ir a casa, como cosa rara estaba pasado de tragos, y no le importo armar un gran escándalo en el pasillo. A pesar que Carmina trataba de hacerlo entrar en razón, esté cada vez más la insultaba y levantaba la voz. Urbano al escuchar semejante escándalo decide intervenir, pues Pepe se encontraba hablando mal de Rosa, y al ver que este ofende a su hermana, intenta golpearlo.

Rosa se atraviesa entre ambos a fin de evitar que la situación llegue a mayores, Urbano le reprochaba la vida tan desdichada le hacía pasar a su hermana y por ese motivo le quería cobrar hasta la última lágrima que Rosa había derramado día tras día.

Con gran esfuerzo Rosa consigue llevar a Pepe dentro de casa, pues ella sabía muy bien que su hermano Urbano era capaz de matarlo si proseguía. Desde hace tiempo ambos hombres había estado enojados entre sí, y de hecho en una ocasión llegaron a golpearse mutuamente, llegando Pepe a salir muy mal parado del conflicto.

¿Puede el tiempo solucionar los problemas? VII

habían pasado ya 20 años desde el último vistazo a la vecindad y ahora las cosas si habían cambiado muchísimo. Las feas ventanas ahora lucen unos vivos y lindos colores, las paredes las han pintado de unos cálidos tonos que cambian totalmente la apariencia de aquellos años pasados, los pisos ahora lucen muy limpios y brillantes.

Donde anteriormente vivían Fernando y su madre Doña Asunción, ahora viven unos nuevos propietarios, los cuales reconocen que sus nuevos vecinos son personas de bien. Mientras que Fernando decidió rentar su casa, pues ahora vivía con Elvira en su apartamento mucho más lujoso.

Paca era la única de los primeros propietarios que seguía viviendo, pues incluso su marido Juan Había fallecido con el tiempo. La señora que a pesar de los años y sus chocheras aún sigue muy activa y ocupando su mismo apartamento, le cuesta subir las empinadas escaleras, y se queja que porque nunca colocaron un gran ascensor.

Ante su prominente vejez se le haría cada vez más difícil llegar a su hogar, pero todavía contaba con suficiente apoyo. Sus 2 hijas Trini y Rosa ahora vivían con ella, pues en el transcurso del tiempo Pepe terminó dejando a Rosa, razón por la cual ella termino volviendo a su casa junto a su madre y hermana.

Las familias también crecen

Fernando y Elvira habían tenido a otro hijo, el cual ya tenía 12 años. Este joven agraciado y vivas es conocido como «Manolín» y para la fecha se encontraba de cumpleaños. El es hijo pequeño de Elvira y Fernando, siendo un poco reacción a la amistad de su hermano mayor «Fernando jr».

Manolin esperaba ansioso que sus padres llegarán, pues él esperaba que estos le trajeran un regalo por su cumpleaños nro 12. Pero la situación económica que sus papás estaban atravesando era mala, por lo cual no había ni un simple presente que darle a Manolin.

El niño molesto se va a las famosas escaleras de la vecindad, lugar donde corren las historias y se han mantenido tal cual desde su creación. Se sienta y saca un feo cigarro de su bolsillo, Manolin a pesar de su corta había comenzado a fumar por unas malas juntas del colegio. Este lo enciende y le da unas fumadas, desde su mente decía <<Que feo cumpleaños, sin pastel y sin un pequeño obsequio. Sin duda mis padres son unos buenos para nada>> pensaba el niño mientras soltaba el cigarro.

Se conoce el secreto de Manolín

Rosa y Trini salen de su apartamento y ven a Manolín con semejante cigarro, a lo cual las mujeres impactadas lo regañan. Trini le retira el cigarro de la mano al niño y lo pisa, pues a esa edad no debería estar fumando. Manolín se ríe y le dice a Trini que debe confesarle algo, le cuenta que hoy es su cumpleaños, que cumple 12 y que ya es grande.

Ambas chicas parecen molestas, pero su enojo aumenta cuando el chico les pide de regalo una caja de cigarros. Inmediatamente se niegan y le dicen que le contarán a su padres. De pronto Manolín le comenta a Trini que desea decirle otra cosa, desde hace tiempo él está enamorado de ella y que quiere que sean novios.

Trini le corrige con una sonrisa pícara, ya que el es solo un niño y debe crecer más antes de buscar novia. Con una cara que demuestra tristeza, Manolín le sonríe y le dice que si ella lo va a esperar para ser novios, a lo cual Trini le dice que tal vez cuando sea mayor lo piense.

El chico emocionado se acerca y le pide un beso, mientras Trini tiernamente lo besa en la frente, y se aleja de las escaleras. Con pocas esperanzas, pero más que suficientes, Manolin busca en el suelo el aplastado cigarro y lo enciende nuevamente, pensando en cómo será su vida cuando consiga ser un adulto.

Un amor prohibido

A los días y en una escondida y discreta conversación, Fernando jr y Carmina jr (la hija de Carmina y Urbano) en las escaleras se declaran su prohibido amor. Para su mala suerte no se percatan que Manolín los estaba escuchando. La familia de Fernando jr y Carmina jr se encontraban algo molestas entre sí, por lo cual ambos jóvenes tenían prohibido ser amigos.

Con todo en contra, los 2 decidieron verse a escondidas y tener una relación secreta. Inmediatamente Manolin trás escuchar esto supo que había una oportunidad de sacar provecho, ya que aquel travieso muchacho haría cualquier cosa para molestar a su hermano Fernando jr.

En un momento Manolin no aguanta las risas, por lo cual es descubierto por Carmina jr y Fernando jr, intentando correr sin éxito. Justo entonces lo amenazan con contarle a su padre acerca del cigarro que fumaba hace unos momentos, con la intención de que Manolín no dijera ni una palabra acerca de su nuevo descubrimiento.

Lamentablemente en un descuido de Fernando jr, Manolin consigue zafarse y correr rápidamente hasta la casa de sus padres mientras los 2 chicos lo perseguían. Era una carrera por el chisme, pues quién llegará primero acusaría al otro con sus padres.

Fernando jr y Carmina jr VIII

A pesar de las amenazas, Manolin corre hasta su casa y le dice a su padre sobre la conversación de su hermano con Carmina jr. Más atrás llega Fernando jr, tratando de hacer que se callara, pero esto  fue en vano pues Manolín le contó a su padre sobre la relación de su hermano mayor con la hija de Carmina y Urbano.

La conversación se vuelve más fuerte, tanto que Urbano escucha las palabras que dice Fernando y se acerca a la puerta. Finalmente este se manifiesta diciendo que no acepta que su hija mantenga una relación con el hijo de Fernando. <<Si el padre es un haragán y una basura, seguro que el hijo ha de ser igual>> dijo Don Urbano sin una pizca de sutileza.

En eso llegan tanto Carmina como Elvira, las cuales se unen a la pelea. Carmina aseguraba que Fernando jamás consiguió nada y que solo se encontraba casado con Elvira por necesidad. Por otro lado, Elvira enojada decía que Carmina siempre fue una «mosquita muerta», pues andaba detrás de su esposa desde siempre.

Fernando jr al ver el gran escándalo que estaban haciendo los adultos y notar que se encontraban distraídos, decide retirarse del lugar discretamente. Según él, no tenían la culpa de que sus padres hubieran peleado en el pasado, razón por la cual no tenían que sufrir ni él ni Carmina jr.

¿Cómo será el futuro?

Carmina y Fernando hijos, ambos atareados por la pelea que estaban manteniendo sus padres corrieron a la escalera. Una vez sentados comenzaron a planear cómo sería su futuro, pues si llegaban a trabajar muy duro era posible dejar la casa de sus padres y continuar con su amor. Querían intentar reunir el dinero suficiente para poder escaparan de casa, pues están cansados que se les maneje su vida como si fueran títeres.

Llegados a este punto, los jóvenes  no aceptarían más intromisiones de sus padres y mucho menos que les nieguen la posibilidad de estar juntos. Estaban dispuestos a hacer cualquier cosa, pero por los momentos tendría que soportarlo y continuar con sus vidas tal cual como estaban. Sabía que no podría mantenerse solos, pero una vez alguno de ellos comenzará a trabajar, juraron irse a vivir juntos.

Desde la parte superior de la escalera y en absoluto silencio se encontraban los padres de los jóvenes, quienes los veían desilucionados. Ellos estaban seguros que su relación no funcionará, ya que ellos mismos lo intentaron en el pasado y fue imposible. A pesar de esto, decidieron darles una oportunidad de al menos ilusionarse, ya que al fin y al cabo el tiempo les terminaría dando la razón y la escalera tendría otra historia más que contar.

Esperamos que nuestro artículo acerca de la obra de Antonio Buero Vallejo, Historia de una Escalera haya sido de su agrado. Si deseas seguir leyendo más reseñas o resúmenes literarios, no lo dudes y sigue estos enlaces!!!

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