Considerada por muchos la mejor obra del escritor mexicano Carlos Fuentes, Aura es una novela fantástica que narra la historia del joven historiador Felipe Montero y su encuentro con la enigmática Aura. Sigue leyendo este resumen del libro Aura para que conozcas más detalles de este atrayente y cautivador relato.
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Resumen de Aura por capítulos: la novela
Aura es una novela fantástica, publicada en 1962, y es considerada una de las mejores obras del escritor mexicano Carlos Fuentes. Relata la historia de Felipe Montero, un joven historiador que buscando un mejor salario acepta un empleo en una antigua casa ubicada en el centro de la Ciudad de México. El trabajo consiste en reescribir las memorias de un general francés que participó en varias luchas en el territorio mexicano.
En la misteriosa y oscura casa viven Consuelo, viuda del general, y Aura, sobrina de la anciana, quien cautiva a Felipe con su belleza. Durante la estadía del joven suceden hechos extraños que el protagonista no sabe si son parte de la realidad o la fantasía. Felipe y Aura se enamoran y él insiste en llevársela lejos, pero la anciana tiene una influencia inusual en la sobrina que altera la cotidianidad del joven. A continuación un resumen del libro Aura.
Capítulo I
El joven historiador de veintisiete años, Felipe Montero, lee el periódico en una cafetería mientras espera el camión que lo lleva hasta la escuela privada donde trabaja como maestro. Un anuncio llama su atención: “Se solicita historiador joven. Ordenado, Escrupuloso, Conocedor de la lengua francesa”. El llenaba todos los requisitos; además, el sueldo era casi cinco veces mayor que el que tenía.
Se dirige a la dirección señalada, Donceles 815, en el centro de la ciudad. Al llegar, toca pero nadie le abre la puerta; se atreve a pasar y encuentra un salón oscuro y con olor a humedad. Una voz de mujer le indica que camine contando pasos pero que no prenda la luz. Felipe entra a un cuarto iluminado por velas en el que se encuentra una anciana recostada sobre su cama.
La anciana, llamada Consuelo, le explica que el trabajo consiste en recopilar y escribir las memorias de su difunto marido, el General Llorente, fallecido hace 60 años. La condición para el trabajo es que debe residir en la casa. El joven duda ante la propuesta. En ese momento entra Aura, sobrina de la anciana, quien cautiva de tal manera a Felipe que éste acepta quedarse.
Capítulo II
Agradecida por la respuesta del joven, la anciana le pide a Aura que lleve a Felipe hasta su habitación. El hombre sigue a la joven, deseoso de ver sus ojos verdes. Aura deja a Felipe en su recámara y le indica que la cena será en una hora. Al ver su habitación, el protagonista nota objetos antiguos, pero lo que le sorprende es que, a diferencia del resto de la casa, su habitación está muy iluminada.
A la hora de la cena sólo Aura se presenta y excusa a la anciana ante Felipe, diciéndole que se encuentra indispuesta. El historiador y la bella joven cenan solos y cada vez más Aura seduce a Montero con su hermosura. Tras la comida, el historiador va a la recámara de la anciana y la descubre rezando de rodillas. Consuelo le entrega a Felipe unos manuscritos y le pide que comience a trabajar lo antes posible.
Capítulo III
Al revisar los manuscritos, Montero considera que la anciana les ha otorgado un valor que realmente no poseen. Sin embargo, por lo atractivo de la paga, decide realizar el trabajo por lo menos por tres meses hasta reunir el dinero suficiente que le permita trabajar en su propia obra, relacionada con las conquistas de los españoles en territorio americano.
Durante la noche tiene una pesadilla y, en la peor parte de tan horrible sueño, despierta y encuentra a Aura, desnuda a su lado, acariciando su cuerpo y diciéndole “eres mi esposo”. Le dice que lo espera en su habitación esa noche. Felipe continúa con la revisión de los documentos. En ellos lee cómo el general conoce a su esposa cuando ésta apenas tenía quince años, en el año 1867.
Relata una extraña escena: Un día halló a su joven amada con las piernas abiertas y la crinolina de su traje levantada en la parte delantera, torturando a un gato. La imagen lo excitó de tal manera que hicieron el amor. Martirizar a los pequeños felinos, tal como lo escribía Llorente, era la forma en la que la mujer propiciaba el amor entre ambos, en una especie de sacrificio simbólico.
Al hacer los cálculos, Montero concluye que Consuelo debe tener ciento nueve años. Su esposo sentía gran fascinación por sus ojos verdes y porque la amada se vistiera de ese color. El general le escribe a su esposa “pienso que serás siempre bella, lo mismo en cien años…” y otra frase muy llamativa “¿Qué harías para permanecer siempre joven?”
Llega la hora de la cena y, esta vez, Consuelo está en la cabecera de la mesa. La anciana conversa amenamente mientras Aura se mantiene en silencio, lo que inquieta a Felipe por el grado de sumisión de la sobrina ante la tía y comienza a urdir historias de todo tipo en su mente ante lo que ve.
En ese momento el joven comprende que el motivo real de su presencia en esa oscura casa es liberar a Aura del yugo de su tía y toma la decisión de llevársela de ese lugar. La anciana le entrega a Felipe el siguiente folio y le comenta que quieren correrlas de la casa.
Capítulo IV
Montero cae en cuenta de que la razón por la que permanece Aura en la casa es para eternizar la ilusión de juventud y belleza de la anciana tía. Tal como lo habían acordado, Felipe llega esa noche a la habitación de Aura y, al entrar la encuentra vestida de verde, como sus ojos.
Pero ocurrió algo mágico: Aura ya no es la joven tierna del día anterior, sino que parece una mujer de más de cuarenta años. En ese momento ocurre entre ellos un encuentro lleno de gran erotismo que también involucra símbolos sagrados de la iglesia católica.
Durante su encuentro íntimo, Aura lava los pies de Felipe mientras mira una imagen de madera de Cristo. Bailan un vals que ella murmura y que extrañamente Montero reconoce y canta con ella. Poco a poco se van desnudando a la par que se llenan de besos y caricias.
Aura se coloca de cuclillas sobre la cama y sobre sus muslos desnudos parte una oblea –haciendo referencia a una hostia – y le da la mitad a Montero, quien la recibe y come. Luego, el se posa sobre ella, quien lo espera con los brazos abiertos, como el Cristo crucificado. Se escribe la significativa frase “Aura se abrirá como un altar”.
Al amanecer, Montero despierta buscando la espalda de Aura, pero ella ya no está junto a él. Abre los ojos y la ve de pie junto a la cama. Camina hacia un rincón de la habitación, donde está Consuelo sentada en un sillón que él no había visto antes. Las dos mujeres le miran y sonríen, mientras se van por la puerta que comunica la recámara de Aura y la de Consuelo, haciendo gestos y ademanes idénticos. Dejan dormir al hombre en la cama de Aura.
Capítulo V
Montero despierta desconcertado por todo lo ocurrido la noche anterior y reflexiona sobre la verdadera identidad de Aura y de Consuelo. Siente que, de algún modo, esa noche engendró su propio doble, pensando que Consuelo es doble de Aura y viceversa. Felipe le pide a Aura que se marche junto a él para huir de la anciana; pero la joven no quiere partir y le pide confianza. Le dice que su tía estará fuera de casa todo el día y que lo espera esa noche en la habitación de Consuelo.
Montero hurga en las memorias de Llorente y descubre que el general y Consuelo no pudieron tener hijos. La esposa trastornada por lo que le ocurría buscó remedio a su mal en pócimas y plantas; a tal punto llegó su obsesión que creyendo haber encontrado la pócima para la eterna juventud, enloqueció.
Montero hurga en las memorias de Llorente y descubre que el general y Consuelo no pudieron tener hijos. La esposa trastornada por lo que le ocurría buscó remedio a su mal en pócimas y plantas; a tal punto llegó su obsesión que creyendo haber encontrado la pócima para la eterna juventud, enloqueció.
El general narra que la encontró caminando sola y descalza por los pasillos de la casa una madrugada. Al mirarlo le dijo: “No me detengas; voy hacia mi juventud, mi juventud viene hacia mí. Entra ya, está en el jardín, ya llega”. Llorente, desconsolado y abrumado, culminó sus escritos con la frase “Consuelo, el demonio también fue antes un ángel”.
Dentro de los folios también halló fotografías, incluso una de Aura con fecha en 1876, casi cien años antes, firmada por Consuelo Llorente en el aniversario número diez de su boda. Pero la mujer que aparece en la imagen es Aura. Encuentra otra fotografía aún más desconcertante: Aura acompañada por Llorente, pero el anciano es Montero, sabe que Llorente es él.
Al anochecer va en busca de Aura a la habitación de Consuelo, tal como lo habían acordado. Entra y ve a la mujer en la cama, quien le pide que se acueste a su lado pero que no la toque. Montero se siente angustiado pues cree que la anciana puede llegar en cualquier momento, pero Aura lo calma diciéndole que no regresará “Ella ya se agotó”.
Comienza a besar y a abrazar a Aura, pero se da cuenta que es a Consuelo a quien tiene en sus brazos: “verás bajo la luz de la luna el cuerpo desnudo de la vieja, …, temblando ligeramente porque tú lo tocas, tú lo amas, tú has regresado también…” Al preguntar por Aura, Consuelo le responde con una ininteligible frase: “Volverá, Felipe, la traeremos juntos. Deja que recupere fuerzas y la haré regresar…” Ahí el lector comprende todo.
Análisis de Aura
Aura es una novela fantástica de estilo gótico, de muy breve lectura y ambientada en la Ciudad de México, durante el año 1961. Cuenta la historia de Felipe Montero, un joven historiador que es contratado para reescribir las memorias del general Llorente, por solicitud de su viuda, Consuelo, quien le pone como única condición que deberá residir en la casa con ella y su sobrina Aura, quien seduce a Felipe por su belleza.
Montero encuentra la casa algo incómoda, pues permanece casi en la penumbra para no avivar el recuerdo del general y está llena de muebles muy antiguos, pareciera como si el tiempo se hubiese detenido en aquel lugar. Este ambiente hace referencia a las novelas góticas, en las que predomina la oscuridad y la sensación constante de estar entre lo real y lo fantástico.
Asimismo, el trabajo que realiza Felipe para ordenar y reescribir las memorias del general, los cuales están escritos en francés, le permite al historiador conocer más detalles sobre la vida política del México del siglo XIX, a la vez que conoce de primera mano, la historia de amor que nació entre Consuelo y él y los pormenores del deterioro de la esposa.
Consuelo está imposibilitada para darle hijos a su amado y, en medio de su desesperación y sentimiento de culpa, recurre a infinidad de rituales mágicos muy relacionados con la brujería como el sacrificio de animales, la extraña alimentación a base de vísceras de animales, la convivencia con ratones, entre otros, prácticas que contravienen la imagen de ferviente creyente católica que le muestra a Felipe.
Felipe nota que el comportamiento de Aura y su tía no es normal. Doña Consuelo ejerce un extraño poder sobre su sobrina, al punto de controlar sus palabras, gestos y hasta movimientos. Es una relación simbiótica entre ambas mujeres.
Pero Felipe se enamoró de Aura y creyéndola prisionera de la anciana, decide liberarla, pero esta se niega. Los jóvenes sostienen varios encuentros amorosos en los que Felipe se percata de que Consuelo controla a Aura para que, a través de ella, pueda concebir el hijo que no pudo darle a Llorente. En ese punto, Felipe se da cuenta de que él se ha transformado en el general, mientras que Aura se ha convertido en Consuelo durante su juventud.
Elementos de interés de Aura
Aunque el libro Aura es un relato breve, concentra en sí mismo elementos que le permitieron ser reconocido como una de las obras más importantes de Carlos Fuentes; considerada, incluso, como parte de la historia de la literatura mexicana. A continuación algunos elementos a considerar:
Temas
Más allá de la historia de Felipe y Aura o de Consuelo y Llorente, la novela desarrolla una temática relacionada con la vejez, la juventud, la belleza y el deseo; todo concentrado en el anhelo desmesurado de una mujer por mantenerse eternamente joven. Introduce elementos del realismo mágico, pues no se sabe con certeza si lo que ocurre es una alucinación de Felipe, o si Aura y Consuelo son la misma mujer.
Espacio
La historia se desarrolla en un ambiente claramente urbano. Al inicio del relato, Felipe se desenvuelve entre cafés, medios de comunicación, transporte público y avenidas llenas de tráfico, característicos de la vida cotidiana en las grandes urbes. Al ingresar a la casa de Consuelo, la narración se centra en un ambiente doméstico.
Sin embargo, este ambiente no se corresponde con una casa típica: la del relato está carente de iluminación y la poca que existe, depende del fuego; la decoración y los muebles son de muy vieja data, lo que da la sensación de que el tiempo se hubiese detenido allí. La anciana y su sobrina viven a oscuras para no despertar los recuerdos del general fallecido.
Narrador
La novela Aura está narrada en segunda persona del singular. La voz del narrador se dirige a Felipe Montero, personaje principal de la historia, y da la sensación de que está dirigida a él y que lo guía a través del relato. Esta narrativa mantiene al lector conectado en todo momento con la lectura.
Estructura y tiempo
Aura está integrada por cinco capítulos, en los cuales se narran de forma lineal, los acontecimientos que se suceden en la extraña casa de doña Consuelo. El tiempo también se desarrolla de forma lineal, viéndose alterado en algunos casos por las evocaciones que hace el protagonista durante la revisión de las memorias y fotografías del general Llorente.
Estilo
En la novela Aura, Carlos Fuentes desarrolla a cabalidad el género novelístico, con un estilo narrativo en el que predominan las descripciones, no solamente del espacio donde se desarrollan los acontecimientos, sino también de los personajes, sus características físicas, espirituales y de personalidad.
Se sustenta en un vocabulario culto, en el que se encuentran con frecuencia citas en francés, que el autor utiliza para darle credibilidad al relato, ya que tal como se explica en la historia, los manuscritos originales del general fueron escritos en ese idioma.
Personajes de la novela Aura
El relato de Aura se centra en tres personajes, los cuales se relacionan entre sí para darle vida a la historia y llevar al lector hacia una serie de hechos que, a fin de cuentas no se sabe con certeza si son reales o ficticios. A continuación describimos de forma sencilla a estos personajes:
Felipe Montero
Es el personaje principal de esta historia. Es un joven de veintisiete años, historiador, con conocimientos del idioma francés y quien se desempeña como profesor auxiliar. Su sueño es escribir una obra sobre las conquistas de los españoles en América. Por medio de un aviso en el periódico se entera del empleo en casa de doña Consuelo, viuda de un general francés que peleó en las batallas por la independencia de México. Con el paso del tiempo comprende que se ha transformado en el general Llorente.
Consuelo Llorente
Es una mujer muy anciana que decide contratar a Felipe para que recopile y escriba las memorias de su esposo, las cuales quedaron inconclusas tras su muerte. Se casó con el general cuando tenía 15 años y quedó viuda a los 49, hace sesenta años según la fecha en la que se narra la historia. Por sus características físicas: piel arrugada, cabello encanecido, voz débil y aguda, Montero calcula que tiene 109 años de edad.
Su mayor frustración es no haberle dado hijos a su esposo. Se presenta ante Montero como una mujer devota que apenas cuenta con el apoyo de Aura, su sobrina. Pero en realidad es una mujer enigmática que echa mano de prácticas de brujería para obtener lo que quiere.
Aura
Aura es el misterioso personaje que le da nombre a este relato. Es la sobrina de doña Consuelo, con quien vive en la vieja casa para ayudarla con las labores domésticas. En una joven de 20 años, tímida y silenciosa, pero de una belleza tan cautivadora que seduce a Montero desde el primer día que lo conoce.
Montero, quien se enamora de ella, le propone huir del yugo de su tía, pero ella se niega. Actúa de forma extraña, casi mecánica y es dominada totalmente por doña Consuelo. Al final de la historia se develará el porqué de esta relación simbiótica entre Aura y su tía.
Breve biografía de Carlos Fuentes
Carlos Fuentes Macías, fue un escritor, diplomático e intelectual mexicano; reconocido como uno de los más influyentes autores de la literatura de su país y de Latinoamérica. Hijo de padres mexicanos, nació en Panamá el 11 de noviembre de 1928. Desde pequeño tuvo una vida muy activa en el ámbito intelectual, debido a que su padre era diplomático de carrera.
Luego de residir en varios países del mundo, al cumplir los 16 años se estableció en la Ciudad de México para cursar estudios de bachillerato. A esa edad también comenzó sus labores como periodista colaborador en la revista Hoy. Se licenció en leyes y recibió su doctorado en el Instituto de Estudios Internacionales de Ginebra, Suiza.
Pese a sus viajes constantes y sus largas temporadas fuera de su país, nunca perdió la base y la plataforma cultural mexicanas. Carlos Fuentes tuvo una vida de escritor muy prolífica: Escribió veintitrés novelas, además de cuentos, ensayos, piezas dramáticas, antologías, entrevistas, argumentos y guiones cinematográficos y hasta libretos de ópera
Fue uno de los escritores de mayor relevancia en la historia de la literatura mexicana. A través de su extensa obra realizó una profunda exploración sobre México y su cultura, utilizando recursos de vanguardia que le permitieron mezclar el lenguaje coloquial con neologismos y palabras extranjeras, logrando posicionarse en el inconsciente colectivo de su país.
Entre sus títulos novelísticos pueden destacarse La región más transparente, la muerte de Artemio Cruz, Aura, Cambio de piel y Terra Nostra. En cuanto a sus ensayos podemos mencionar La nueva novela hispanoamericana, Cervantes o la crítica de la lectura y El espejo enterrado, entre muchos otros.
Fue galardonado con el Premio Rómulo Gallegos, en 1977; el Cervantes en 1987 y el Príncipe de Asturias de las Letras, en el año 1994. Además, en el año 2003 fue nombrado gran Oficial de la Legión de Honor y, en 2009, Caballero Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica. También recibió el doctorado honoris causa por parte de varias universidades, dentro y fuera de México.
Carlos Fuentes falleció en la Ciudad de México el 15 de mayo de 2012, a los 83 años. En su honor, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México creó en julio de ese mismo año, el Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria en el Idioma Español.
Aura y la crítica de la iglesia católica
Aura es una novela publicada por primera vez en 1962. Forma parte del movimiento literario conocido como Boom Latinoamericano, siendo uno de sus más grandes exponentes. Como es común en las obras del “boom”, Aura deja ver elementos del realismo mágico.
La novela fue censurada en el año 2001, luego de que el entonces Secretario del Trabajo de México, Carlos Abascal, presentara una queja porque la maestra de español de su hija les pidió que la leyeran, acción que conlleva al despido de la maestra. El hecho dio cabida a enfrentamientos entre escritores que defendían a Fuentes y personeros de la iglesia y del gobierno que apoyaban a Abascal. Pero esta censura tuvo el efecto contrario y la novela Aura incrementó sus ventas.
La causa del reclamo de los católicos y conservadores se centra en la escena erótica protagonizada por Felipe y Aura en el capítulo IV, en el que hace abierta alusión a símbolos de la religión católica. Hasta la fecha, continúan presentándose pugnas entre quienes aplauden y rechazan la historia narrada por Fuentes.
Queda a criterio de cada lector saber si lo que en ella se relata va en contra de los principios religiosos o es una expresión literaria de uno de los más influyentes escritores del siglo XX. Si quieres seguir leyendo otros resúmenes similares, haz click en los siguientes link: